Diario de incertidumbre retrata los días post tropiezo de una mujer que transita su década número cuatro con la cruz de ser soltera y no haber parido hijos, ya sin madre y con un futuro que sigue a la ley de la gravedad que impone lo incierto.
Diana, así se llama la convaleciente, recibe al público acostada en una cama de hospital. El estarse quieta la hace iniciar un diálogo con ella misma a partir del cual pasea por momentos y personas determinantes de su vida. Y el ejercicio no le es gratuito: el dolor la invade de a ratos. El diagnóstico oscila entre la hernia de disco, la hija que no nació, un tumor entre las vértebras y un padre abandónico. Lumbalgia, soledad, reloj biológico. Todo le duele a Diana, tan tarde que se le hace para concretar lo pendiente.
La puesta se nutre con recursos que la agilizan en su extrema economía. La pared detrás de Diana se transforma en la portada de cada capítulo de su vida gracias a diversas proyecciones que emulan las páginas de un diario. Es en este libro en el que dibuja el abismo que se le abre en su centro golpeado.
Emilse Díaz carga con gracia sobre su cuerpo los 70 minutos que dura la obra. Sólo tiene respiro con las irrupciones que Silvia Hilario, aurora de la idea original y directora de la pieza, hace vestida de médica o enfermera.
Guantes, bufanda y sweater grueso. Abríguense bien si van a ver Diario de incertidumbre un domingo a la noche.
Texto: Ariana Perez Artaso.
Dónde: No Avestruz. Humboldt 1857. Palermo Hollywood.
Cuándo: domingos de julio y agosto a las 21:00.
Cuánto: $ 50 y $ 40 (estudiantes y jubilados).
Ficha técnico- artística
Actúan: Emilse Díaz (Diana) y Silvia Hilario (médica y enfermera).
Diseño sonoro: Alejandro G. Novoa.
Poesías: Fernanda di Rocco.
Iluminación: David Seiras.
Diseño visual: Alejandra Soto.
Realización visual: Alejandra Soto y Carolina Pernet.
Diseño y producción gráfica: Marta Cali.
Asistente de dirección: Pablo Testai.
Producción ejecutiva: Toc-Toc Cía. de Teatro.
