Volverte a ver, de Federico Olivera


Hacía tiempo que no me ubicaba tan lejos del escenario en una obra de teatro independiente. La sala de “El Portón de Sánchez”  estaba llena, y  nos sentamos en la penúltima fila desde donde se podía observar todo el movimiento del lugar. En el escenario, grande y con profundidad como pocos, había tres espacios instalados que se alcanzaban a distinguir en la penumbra. En el sector izquierdo, se situaba la reina de la escenografía, que brillaba en la oscuridad acaparando todas las miradas. Allí estaba el ñandú de alambres, cuyo autor real es Mariano Cornejo (artista salteño amigo del autor), y que hace propio en la ficción, el personaje de Carolina Adamovsky (Ana Dix). Las luces se encendieron y arrancó el reestreno de Volverte a Ver.


Un matrimonio y el arte comparten una crisis. Ella es Ana Dix, una artista plástica que intenta insertarse en el mercado y se encuentra un poco insegura sobre el valor de sus obras y la clase de clientes a los que quiere tener como compradores. Él, es Rafael Montes, un  reconocido escritor que ha recibido un adelanto para escribir un libro y enfrenta un conflicto: la falta de inspiración que no le ha permitido plasmar una sola palabra. Completan el cuadro, la marchad de Ana y el editor de Rafael, que entran y salen de escena poniendo bastante presión a la pareja. La aparición de Roland, un vendedor de seguros que tiene mucho que ver con todos,  es la que pone en marcha la acción, aportando la cuota de humor, y sembrando una incógnita que se irá develando durante la obra.


Volverte a ver es la segunda obra de teatro de Federico Olivera (en 2004 presentó Matar el pensamiento), y en ella vuelve a asumir la dramaturgia y la dirección. El acierto de la obra es el ritmo que le imprime, logrando entretener al público manteniéndolo expectante hasta el final, más allá de que en algún momento se deja entrever el desenlace. Aquí cada personaje busca satisfacer su propia necesidad usando lo que le sirve del otro. Buenas actuaciones, entre las que  destaco la de Javier Rodríguez (Roland), quien con sus gestos y verborragia se convierte en el personaje más simpático, alcanzando más de una vez la comicidad gracias a su actuación. 

La obra recorre varios temas, entre ellos, el mercado del arte, el comercio editorial que avasalla a la literatura y las obsesiones no resueltas del pasado, esas que a más de uno nos han llevado a hacer alguna locura mientras recordábamos algún viejo amor pensando… “¡Qué ganas de Volverte a ver!”

                                                                                                                             Texto: Marilyn Botta


El Portón de SANCHEZ: Sánchez de Bustamante 1034 
Sábados 21 hs.
Entradas :$60 
Reservas 4863 2848

Ficha técnico artística

ACTÚAN:
JAVIER RODRIGUEZ (José Roland)
CAROLINA ADAMOVSKY (Ana Dix)
FABIÁN BRIL (Rafael Montes)
MARCOS FERRANTE (Iván Cohen)
PAZ GUERRERO (Malena)
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA Mauro Doporto
DISEÑO DE VESTUARIO Melisa Califano
DISEÑO DE LUCES Georgina Diaz
MÚSICA ORIGINAL José Teixidó
INTERVENCIÓN PLÁSTICA Mariano Cornejo
DIRECCIÓN FEDERICO OLIVERA
PRODUCCIÓN Yanina Leandra
PRODUCCIÓN RE ESTRENO Malala Lagos
ASISTENTE DE DIRECCIÓN Maia Muravchik
MONTAJE Manuel Escudero y Héctor Cabañas
FOTOS Alejandra López
DISEÑO GRÁFICO Pablo Vallone
PRENSA: Pintos & Gamboa

Dirección:

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Ariana Pérez Artaso
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