Tiempo muerto, de Iván y Baltazar Tokman (Entrevista con Iván Tokman)


Había una vez, allá por la década del ´50, un equipo de básquet compuesto por jóvenes aficionados que, con esfuerzo y dedicación, lograron pisar el primer escalón de la gloria al volverse los campeones del mundo.

Esta parte de la historia, incluida en el documental Tiempo muerto, es pura fiesta y goce deportivo. Pero los hermanos Tokman no buscaban retratar sólo su faz amable, sino que quisieron mostrar también su costado oscuro y olvidado.

Sucedió que, luego de ganar el campeonato que los hiciera tan famosos, a los integrantes del equipo se los quiso retribuir con algo, lo que fuera. Fue así que el mismo Perón le concedió a cada uno un permiso de importación para que sus atléticas piernas pudieran hacer desplazamientos más confortables, entiéndase en auto. Pero el tiro salió por la culata: ninguno de los basquetbolistas se compró vehículo alguno, sino que vendieron los permisos para poder pagar cuentas, terminar la casa propia y vaya a saber uno qué otras cosas más.

Una vez desatada la caza de brujas de la autodenominada Revolución Libertadora, los mundialistas del ´50 cayeron en la hoguera. La excusa: habían recibido una compensación por su actuación dentro del equipo, cosa que estaba prohibida en el mundo del básquet. La realidad: agentes del deporte dejados de lado en la etapa peronista se vengaban del grupo del que habían sido excluidos. Resultado: el equipo del ´50 quedó vetado. Final del juego.

Para ahondar un poco más en esta conmovedora historia, Revista Siamesa charló con Iván Tokman, co-director del imperdible documental Tiempo muerto.

Revista Siamesa: ¿Cómo fue que llegaron a la historia de los campeones del ´50?
Iván Tokman: Nosotros, como aficionados al básquet, sabíamos que la Argentina había sido campeona del mundial del ´50 pero, en verdad, desconocíamos que había una historia política detrás. Nadie lo sabía dentro del ambiente del básquet. Es una historia olvidada. 

Un día, hojeando el diario, nos enteramos que Oscar Furlong, quien fue la estrella de ese equipo, iba a ingresar al salón de la fama. La nota terminaba con una frase elíptica que decía que  había visto cortada su carrera en 1957, cuando la dictadura militar lo suspendió de por vida. Ahí empezamos a investigar. Descubrimos que todos los integrantes del equipo que participó en la competición mundial habían sido suspendidos luego de la caída del peronismo y acusados injustamente de profesionalismo en un deporte que por entonces era amateur. 

RS: ¿Qué fue lo que los hizo querer llevar todo esto a la pantalla grande?
IT: La historia ya nos resultaba muy interesante de por sí, pero cuando nos pusimos en contacto con los protagonistas, nos dimos cuenta enseguida que, además de lo atractivo que podía ser el conflicto político, había personas capaces de vivir en la pantalla y convertir un relato histórico en una película muy humana.  

RS: ¿Qué fue lo más divertido de hacer el documental?
IT: Sin duda alguna el contacto con los protagonistas. Son en general muy humildes, divertidos y humanos. Se pierde la dimensión de que han sido deportistas de élite mundial, los mejores basquetbolistas de su época.

RS: ¿Qué fue lo más difícil?
IT: Podríamos decir que, a nivel técnico, los desafíos que nos proponía el documental era tratar de generar dinamismo a una historia que sucedió hace 60 años, de la que casi no queda archivo fílmico y cuyos protagonistas tienen más de 80 años. A una persona más joven se la puede “exigir” de otro modo.

Por otro lado, a algunos de los campeones les costó hablar de lo sucedido. Es una historia muy dolorosa y acallada durante mucho tiempo. Pero finalmente pudimos ganar su confianza.

Foto: Pcicine.
RS: En el documental Ginóbilli se sorprende de que los jugadores del equipo fueran prohibidos no sólo acá, sino también fuera del país, ¿por qué creen que este es un hecho que no se conoce tanto en Argentina?
IT: Es difícil comprender por qué fueron sometidos a la máquina del olvido. De hecho, no sólo se desconoce la historia, sino que nunca se les ha dado el verdadero lugar que merecen en el deporte argentino. Suponemos que tiene que ver con la sanción y con la complicidad de la dirigencia del básquet con la dictadura de Aramburu y Rojas. La prohibición se trató de ocultar y esto fue efectivo.

RS: ¿Cuál fue su objetivo al contar esta historia?
IT: En un principio fue echar luz sobre estos acontecimientos. Pero, además, mostrar la dimensión humana de este grupo que se ha mantenido unido por más de 60 años y demostrar cómo esa amistad fue la herramienta que les permitió sostenerse con dignidad frente a la infamia. 

RS: Sabemos que pudieron presenciar algunos de los encuentros de los miércoles que llevan a cabo los personajes del documental, ¿podrían contarnos un poco cómo son estas reuniones y qué sintieron al estar allí?
IT: En Palermo, todos los miércoles, un grupo de personas vinculadas al básquet se juntan a cenar. Son reuniones muy cordiales entre amigos que, de tantos años juntos, se entienden con apenas miradas. Mucha comida, mucho vino, muchas anécdotas, muchas canciones. La escena final de la película capta la esencia de lo que es una cena de miércoles.

RS: En la sinopsis de la película se indica que hay heridas en los personajes que todavía no pudieron cicatrizar. ¿Creen que Tiempo muerto puede ayudar a que estas heridas se cierren?
IT: Probablemente la película funcione como una manera de reivindicarlos. Percibimos que los campeones sienten que el documental es una forma de que su historia no se pierda en el olvido y que quede un registro de lo sucedido. Ellos siguieron con su vida y se realizaron de otro modo, en lo humano. Pero es tanta la injusticia que el recuerdo de lo que les pasó estuvo y está presente. Uno de los personajes dice en la película: “Esas cosas pasaron y yo no me las olvido”.

RS: Tiempo muerto visitó diversos puntos del país, ¿cómo fue esa experiencia? ¿Qué devolución tuvieron del público?
IT: La película gusta mucho, genera indignación y risas. Pero, sobre todo, conmueve. Y pasa con gente de distintas extracciones, edades e ideologías. Hemos visto salir de la sala con los ojos llenos de lágrimas tanto a una adolescente de dieciséis años como a un secretario regional de SMATA. ¿Qué más se puede pedir?

Texto: Ariana Perez Artaso.



Ficha técnico artística
Título: Tiempo Muerto.
País: Argentina.
Año: 2010.
Formato: HDCAM  Color y B&N.
Dirección: Baltazar Tokman e Iván Tokman.
Productor Ejecutivo: Maxi Dubois.
Guión: Iván Tokman y Esteban Garelli.
Fotografía: Sebastián Zayas.
Música: Javier Ntaca.
Montaje: Miguel Perez y Carlos Cambariere.
Sonido: Celeste Palma.
Coproductores: El Grillo Cine y Habitación 1520 Producciones.
Intérpretes: Ricardo González, Oscar Furlon, Ruben Menini, Jorge Canavessi, Ignacio Poletti, Juan Carlos Uder, Emilio Gutiérrez y la participación especial de Manu Ginóbilli.
Duración: 80 minutos.
Calificación: ATP.


Un poco sobre los directores

Baltazar Tokman: 12 del noviembre de 1971.  Egresado de la Diseño de Imagen y Sonido (UBA). Trabaja en la industria desde el año 1995. Dirigió y produjo comerciales, video clips, cortometrajes y programas para TV abierta y cable. En 2003 crea su empresa de casting “El Grillo”, con la cual lleva realizadas más de 700 campañas publicitarias nacionales e internacionales. En el año 2001 dirige su primer cortometraje, “Bonapetit”. Un año más tarde realiza su primer largometraje, “La sombra de las luces.” Su ultimo trabajo es el corto “TATA DIOS”, que participó de la competencia en la edición del BAFICI 2005. Filmografía: Bonapatit (2001), La sombra de las luces (2002), Tata Dios (2005- Cortometraje), Tiempo Muerto (2010), Planetario (2010 – En producción)


Iván Tokman: 23 de mayo de 1977, Buenos Aires. Comenzó su trabajo en la industria cinematográfica en 1996. Se desempeñó como asistente de dirección y vestuario en largometrajes, comerciales y videoclips. En 2000, se recibe de Guionista cinematográfico en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (E.N.E.R.C) Desde el año 2001 trabaja como guionista en televisión para los principales canales de Argentina y América Latina. Filmografía: Tiempo Muerto (2010)


Sinopsis del documental
En el año 1950 Argentina se consagra campeón mundial de básquet. Sesenta años después los jugadores conservan el mismo espíritu de equipo.  Son personas de idiosincrasia y estratos sociales distintos, pero los une una profunda amistad forjada por los años, el básquet y la injusticia. Durante los violentos años cincuenta la política se ensañó con sus vidas, dejando heridas que hasta el día de hoy no han podido cicatrizar. 

Festivales
25º Festival Internacional de Mar del Plata
Selección Oficial 22º Festival Internacional de Viña del Mar


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