La dupla Dotta-Onetti tiene su tradición en la cinematografía uruguaya. En 1994 se estrenó en Uruguay El dirigible, un film que dado su fragmentarismo y su carácter poético fue recibido de manera controversial por el público uruguayo. A tal punto, que el graffiti “Yo no entendí El dirigible” es un tópico de aquel momento (lo cual habla más de nosotros, los uruguayos, que del propio film de Dotta).
La película reúne un conjunto de metáforas visuales que parecieran dar cuenta de lo uruguayo, y dentro de ese repertorio, la figura de Onetti aparece como imagen ineludible, como un telón de fondo que articula diferentes fragmentos.
En 2009, Dotta aborda la figura de Onetti desde otro lugar, el documental, utilizando las estrategias discursivas de este género. Mantiene el diálogo con su primer film, pero sólo como presencia secundaria.
En Jamás leí a Onetti encontramos dos ejes: por un lado un conjunto de entrevistas a diferentes personas hablando tanto de su literatura como de su vida, y por el otro, dos artistas que crean recuperando el mundo onettiano: Fernando Cabrera (quien había compuesto la música del primer film) y Tunda Prada (que dibuja el mapa de Santa María, la ciudad mítica).
Así, el documental reconstruye al escritor y a su literatura tanto desde los testimonios como desde el proceso creativo. El título recupera las palabras que Onetti utilizó para referirse a su escritura, “jamás leí a Onetti” como si su literatura se creara en el proceso de escritura.
El documental puede verse completo acá:
Ficha:
Guión y Dirección: Pablo Dotta
Producción ejecutiva: Mariela Besuievsky
Productor delegado: Daniela Alvarado - Mario Jacob
Fotografía: Almudena Sánchez - Jose María Ciganda
Sonido: Aramis Rubio- Daniel Marquez
Música: Fernando Cabrera/ Edición: Fernando Pardo
Dibujos y animación: Tunda Prada
Productor de campo: Claudia Lepage - Lucía Jacob
Con la participación de: Dolly Onetti/ Eduardo Galeano/ Maria Esther Gilio/ Fernando Cabrera/ Jorge Drexler/ Antonio Muñoz Molina/ Juan Cruz/ Tomás de Mattos/ Tunda Prada
Texto: Carmela Marrero Castro.
