Los Muppets, de James Bobin







Una que sepamos todos


Por Nadia Zimerman




                Mamá, ¿la rana René no se llama René? ¿por qué le ponen Kermit? ¿y por qué al oso Figueredo le dicen Fozzie?, planteaba un niño en el final de la nueva de los Muppets a su progenitora, que miraba al suelo pensativa preguntándose exactamente lo mismo. 
Sí: volvieron los Muppets al cine. Con un castellano apto para infantes pero no tanto para los fanáticos adultos; un castellano traidor nada más ni nada menos que con algunos nombres originales con los que los conocimos en Argentina.


                El argumento es parecido al de Una navidad con los Muppets, un telefilm del 2002; los muñecos, para volver a actuar juntos y recuperar la gloria, tienen que rescatar su teatro, amenazado por un malvado millonario con el capricho de tirarlo abajo para construir un emprendimiento capitalista. En Una navidad… la villana era Joan Cusack; acá es Chris Cooper, el militar reprimido de Belleza americana y uno de los “malos” de la saga Bourne. Porque Los muppets es una mezcla de animación de puppets (marionetas) dobladas y live action, es decir, actores en escena.
                Las secuencias de los humanos que cantan y bailan emulando las comedias musicales de Hollywood de los ’50, son las más aburridas. Lo que vale la pena, como siempre, son los muñecos; están todos los personajes, más un adorable muppet-niño: Walter, el hermano adoptivo del protagonista humano. Walter es fanático de los muppets porque él mismo sin saberlo es uno de ellos, sólo que vive una vida incompleta con seres de carne y hueso mucho menos interesantes. Y es gracias a él que la banda revive otra vez. Van apareciendo de a poco: René, Figueredo, Miss Piggy y los demás, incluso los Viejitos, que lamentablemente sólo intervienen en pocos momentos muy breves. Con el fin de sumar atractivo, siguiendo la tradición de las películas de los Muppets, el director agregó cameos de actores conocidos. Varios, de la serie The office versión yanqui: el buen mozo John Krasinski -Jim el novio de la recepcionista Pam en la ficción, y en la vida real de  Emily Blunt, otro cameo de la película- y Rashida Jones, que en The office es Karen, la otra candidata de Jim. También se ve a la starlet juvenil Selena Gómez (que parece haberse identificado con los puppets peludos porque olvidó depilarse el bozo, sombreado por una hormonal pelusa oscura, rarísima en una figurita hollywoodense), a Jack Black, Whoopi Goldberg (ya había actuado en la película anterior) y como se suele decir, al ‘legendario’ Mickey Rooney en una escena musical. Hay que prestar atención extra si se quiere llegar a ver al padre de las criaturas, Jim Henson, y a Peter Sellers en fugaces imágenes de archivo. 
                  Un archivo de 36 años, que “no son nada”, y menos para los coquetos y suaves Muppets a quienes no les pasa el tiempo.

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