Crónicas de la Escuela Normal





Nomimporta


Por Katerina H.
(ceremoniar@yahoo.com.ar)


               En mi mundo perfecto, los alumnos son felices en la escuela. La escuela está limpia y pintada. No hace frío en invierno. No hace calor en verano. Nadie tiene ganas de tirarse por una ventana cuando un alumno escribe "nomimporta", así, todo junto, y de verdad no le importa. En mi mundo perfecto, salgo de la escuela caminando en zapatos de cuero, con una cartera de cuero y paso por la librería a comprarme todos los libros que quiero. Y, ahí, todos me saludan porque soy una escritora famosísima y mi libro está en la vidriera con mi foto en la solapa: yo sonrío fría y soberbia.


                Antes de retirarme cargando todos los Anagrama que se me da la gana, firmo ejemplares de mis best seller hasta la tendinitis y salgo hacia un bar con jardín, para despejar mi mente, comer una torta de chocolate que no me engorda ni un gramo, y dar tres entrevistas a medios internacionales. Pero los mundos perfectos se derrumban ante el "nomimporta" de uno de los pequeños adultos en potencia, ex niños, que llena uno de mis cursos. "Nomimporta" está escrito en el margen de una prueba modelo que tiene un hermoso 2 piadoso, más bien digno de una nota negativa. El objetivo era rehacer los ejercicios. Las oraciones vuelven sin analizar y el ping pong de idas y venidas sólo evidencia un cambio en la página: "nomimporta". ¿Previa hasta el infinito?, pienso.
              Está por arrancar marzo y miro en mi monoambiente los estantes que piden clemencia cargados de diccionarios en desuso gracias a Wikipedia. Me pregunto si yo también voy a entrar en desuso y dedicarme a jugar al Scarbble en un geriátrico cuando mis potenciales hijos ya adultos, ex niños,  se quieran liberar de la vieja profesora de lengua. Soy joven, me digo. Es lo mismo que dicen mis amigas cuando se quejan de que no encuentran novio. Yo no encuentro mi mundo perfecto, que es mucho más grave ya que no puedo intentar seducirlo con charlas sobre mi signo o mi vocación de entrega. Cierro la carpeta y al 2 le sumo 0.25 puntos por la voluntad de escribir una palabra. Escribir es expresarse, me consuelo. Intento caer en la tentación de escribir "Amitampoco". Así, todo junto. Porque las cosas pasan todas juntas sin espacios para deglutirlas. A joder con la gramática.

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

Las opiniones expresadas en los artículos y/o entrevistas son exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Revista Siamesa