Comprar, tirar, comprar, de Cósima Dannoritzer

No apta para consumidores compulsivos

Por Guido E. Maltz

Había una vez un mundo donde los productos eran hechos para durar. Entonces, a principios de los años '20, un grupo de empresarios iluminados se inspiró: "un producto que se reúsa a ceder es una tragedia para los negocios". Así nació la obsolescencia programada. Poco tiempo despues, el primer "cártel" internacional fue creado expresamente para reducir la vida útil de las lamparitas, irónicamente el símbolo de la innovación y de ideas brillantes... pero también la primera víctima oficial de la obsolescencia programada.

El documental Comprar, tirar, comprar (2010; España y Francia) propone un recorrido por la historia de esta práctica empresarial, la cual consiste en la deliberada reducción de la vida útil de un producto para incrementar su consumo. Baterías que se "mueren" a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que dejan de funcionar al llegar a un número determinado de impresiones, lamparitas que se funden a las mil horas... Y así surge la pregunta que guía el desarrollo de esta obra: ¿por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?

La explicación que nos da el film empieza con aquella reunión de empresarios de la década del '20 y sigue en los '50, con el nacimiento de la sociedad de consumo. Entonces el concepto de obsolescencia programada tomó un nuevo significado: devino en el deseo de tener algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo que es realmente necesario. La denominada sociedad del crecimiento floreció.

La película, escrita y dirigida por Cósima Dannoritzer y coproducida por Televisión Española, fue rodada en Catalunya, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana y es el resultado de tres años de investigación. Hace uso de imágenes de archivo poco conocidas; aporta pruebas documentales y muestra las desastrosas consecuencias ambientales que se derivan de la práctica de usar-y-tirar.

Al principio, esta obra puede dar la falsa impresión de estar centrada exclusivamente en el punto de vista de los países llamados centrales. Sin embargo, posteriormente vemos que este ciclo constante de usar y tirar tiene graves consecuencias ambientales. Es así que cuando el desperdicio y el despilfarro empiezan a desbordar los grandes basurales (preferiblemente bien lejos del Primer Mundo, en vertederos ilegales de países del Tercero), algunos consumidores con consciencia empiezan a rebelarse.

Comprar, tirar, comprar cuenta con diferentes análisis y opines de varios especialistas internacionales, entre los que podemos contar economistas, diseñadores e intelectuales sociales. La incógnita que guía el debate se centra en si existen alternativas por fuera de la obsolescencia programada, caminos que contemplen el funcionamiento de las economías y el resguardo de la ecología y de la vida humana.

Más allá de la denuncia, Comprar, tirar, comprar también trata de dar visibilidad a emprendedores que ponen en práctica nuevos modelos de negocios y escuchan las alternativas propuestas por intelectuales que hablan acerca de la sociedad de decrecimiento: la reducción del consumo y la producción para liberar tiempo y desarrollar otras forma de riqueza, tales como la amistad o el conocimiento, que no se agotan al usarlas.

En un mundo donde pareciera ser que la única manera de construir nuestra identidad y autoestima está ligada a los objetos, tal vez no sea mala idea volver a pensarnos en base a nuestra relación con nuestros seres queridos, nuestra comunidad, o aquellas cosas sencillas que el consumismo intenta reemplazar.

Ficha técnico-artística:

Título original: Comprar, tirar, comprar (The Light Bulb Conspiracy, en inglés).

Guión y dirección: Cósima Dannoritzer.

Género: Documental.

País: Francia y España.

Idiomas: alemán, catalán, español, francés e ingés.

Año: 2010.

Productoras: Media 3.14 y Article Z.

Duración: 57 minutos.

Sonido: Estéreo.

Enlaces de interés:

Página oficial de Facebook (en inglés): http://www.facebook.com/TheLightBulbConspiracy?sk=wall