El mundo es grande y la salvación esta a la vuelta de la esquina

Por José Binetti.-

"El pasado es la única cosa muerta 
cuyo aroma es dulce."

Edward Lawrence



El mundo es grande y la salvación esta a la vuelta de la esquina es una película del director Búlgaro Stephan Komandarev.
Quien busca plantear algunas de las cuestiones más importantes y simples de la humanidad: ¿quién soy yo, ¿cuáles son mis raíces?, ¿cómo debo vivir mi vida? 

Con humor la película trata el como la historia nos marca, nos construye como seres sociales y nos permite u obliga a tener una identidad.
Una identidad que no es construcción perfecta ni complejamente elaborada, que puede ser rechazada y combatida, pero que no puede ser negada. Que no puede ser olvidada.

Planteando un enfrentamiento entre dos épocas, entre dos generaciones, entre dos sociedades tan disímiles como lo fueron la Bulgaria comunista y la Europa actual la película transcurre como un viaje entre paisajes espectaculares y música balcánica.


Con dejos de Road movie (la diferencia que existe entre un Ford Taunus y una bicicleta Tándem) El mundo es grande… gira entorno a un viaje hacia el pasado, hacia la memoria y hacia las raíces del propio ser.
No busca juzgar la historia, sino que busca redescubrirla y aceptarla como parte del ser, del quienes somos.

No cuenta la historia de Alex, un joven que pierde su memoria en un accidente automovilístico. Que su único vinculo con su pasado y consigo mismo es su abuelo quien lo ayudara a reconstruir su historia y con ella, la historia su familia exiliada de la Bulgaria comunista

A través de lo lúdico como vinculo entre generaciones, como hilo conductor de la historia, niega el azar en los dados y en la vida para aceptar el poder que tiene cada uno sobre su propia historia, sobre sus propias decisiones.

*La identidad es dinámica:
"Soy yo", responderá una persona a la que se pregunta lo que representa su identidad; llevándola más lejos en su razonamiento dirá: "es lo que en mí permanece igual".
La permanencia aparece, efectivamente, como la característica más evidente de la identidad.
Elementos que se repiten continuamente y que nos parecen permanentes: "soy así", "soy siempre la misma persona" forman nuestra identidad.
Este punto de vista no es totalmente erróneo, pero los comportamientos, las ideas y los sentimientos cambian según las transformaciones del contexto familiar, institucional y social en el cual vivimos.
Cambiamos con la edad, cuando envejece nuestro cuerpo, si pasamos del estatus de trabajador al de desocupado, incluso cuando cambiamos de estatus profesional, dentro de una misma institución.
La identidad es una estructura dinámica que está en continua evolución.

Nuestra identidad es constante a la vez que cambiante, en el transcurso de nuestra
vida. La base de la experiencia emocional de la identidad proviene de la capacidad del individuo de seguir sintiéndose el mismo a través de los cambios continuos.
Implica un proceso de articulación permanente de lo nuevo con lo antiguo, una relación aceptada con lo que ya existía antes.
El sentimiento de identidad permanece en tanto que el sujeto consigue dar a la alteración el sentido de continuidad.

La construcción de la identidad no es un trabajo solitario e individual.
Se modifica en el encuentro con el Otro, cuya mirada tiene un efecto sobre ella. La identidad se sitúa siempre en un juego de influencias con los otros:
"estoy influido por la identidad del Otro y mi identidad influye en la suya".
En un constante movimiento de ida y vuelta, los otros me definen y yo me defino con relación a ellos


La identidad es el centro de dos acciones indispensables para el equilibrio psíquico de la persona. La primera consiste en darse una imagen positiva de sí misma; la segunda, adaptarse al entorno donde vive la persona. Una función de valoración de sí mismo y una función de adaptación

Para el inmigrante la complicación se acentúa: no conoce todos los códigos de adaptación y a pesar de ello tiene necesidad de ser reconocido en lo que es, es decir, en "su" cultura -su propia manera de haber integrado las diferentes culturas y subculturas que en él convergen-, desconocida a menudo por los demás. Debe ser puesto en marcha un constante esfuerzo de reconocimiento, al mismo tiempo que las estrategias de adaptación a la nueva situación. El inmigrante está negociando constantemente su identidad.

*Artículo extraído del dossier pedagógico Vivre ensemble autrement (octubre 2002). Secretaría de Estado para la Cooperación al Desarrollo de Bélgica.



Con sobresalientes actuaciones de (el muy bonito) Carlo Ljubek y el ya reconocido Miki Manojlovic (actor entre otras de películas de Underground  de Emir Kusturica o Como barril de pólvora de Goran Paskaljevic)  El mundo es grande… logra transmitir las preguntas que se plantea sin dejar de entretener y emocionar.

Ficha Artística

Bai Dan: Miki Manojlovic
Alex (adulto): Carlo Ljubek
Vasko: Hristo Mutafchiev
Yana: Anna Papadopulu
Abuela Sladka: Lyudmila Cheshmedzieva
Alex (Niño): Blagovest Mutafchiev
Ivo Chikagoto: Vassil Vassilev - Zueka
Stoyan: Stefan Valdobrev
Maria: Dorka Gryllus

Ficha técnica

Director:  Stephan Komandarev
Guionistas:  Stephan Komandarev, Dusan Milic, Yuri Datchev, Ilija Trojanow
Productores:  Stefan Kitanov, Karl Baumgartner, Thanassis Karathanos, András Muhi, Danijel Hocevar, Goran Radakovic
Director de fotografía: Emil Christov b.a.c.
Compositor: Stefan Valdobrev
Directores de arte: Susanne Abel, Dusan Milavec
Vestuario: Marta Mironska
Maquillaje: Snejina Merdjanova, Mariana Zaharieva

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
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