FRANCIA de Adrián Caetano


ESC 1 EXT. PUERTA DE CINE DÍA

ALEJANDRO ARAZI: Lo primero, no puede evitar comparar Bolivia con Francia. No me parece una elección al azar ponerle esos títulos a las pelis.
JOSÉ BINETTI: Entre Francia y Bolivia me quedo con Bolivia

AA: Siento que la peli tiene un personaje oculto, medio fantasma, que es el aburrimiento. Ojo que la peli no me resultó para nada aburrida

JB: a mi me parece que es este "nuevo" modelo de personajes que no tienen motivaciones sino que están a la deriva en sus vidas. Los personajes no actúan, sino que responden a las circunstancias

AA: Creo que en ese punto es donde aparece Francia como país, como forma de pensar el cine (sin generalizar, ¿no?)JB: Si, tal vez si fuera una película francesa todo se entendería mejor, seria más aceptable para el público argentino
Por supuesto que la crítica tradicional la alabaría si la misma peli fuera francesa

JB: Si. Comparándola con Bolivia, creo que plantea diferentes conflictos de diferentes clase sociales

AA: En realidad eso del tono de abulia, de responder a las circunstancias sin motivación aparente, es lo que le deja ese sabor franchute, a una obra que es profundamente local, tiene como una Melanie Ojo, creo que el conflicto social de Bolivia no deja de tocarse con los de Francia. Lo que pasa es que la violencia está tratada de una forma mucho más sutil

JB: Es una violencia social mas cercana a lo psicológico, a lo "instructivo"

AA: ¡Claro! La violencia física, verbal, a los tiros, que nos tenía acostumbrado Caetano acá recae en las psiquis de toda una familia

JB: De una nena principalmente. Igual yo creo que ahora es un conflicto importante social esa falta de motivación, de ideología
Aunque en esta película en particular puedo ver una critica más allá de la desazón de vivir

AA: Si, en eso esta bastante buena.


FRANCIA de Adrián Caetano

por José Binetti

Que cada hombre construya su propia catedral.
¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?
Jorge Luis Borges


El cine de Caetano, se acerca más a la experiencia que se tiene al hacer un viaje, que a un recorrido por la poética de un autor cinematográfico.
Pasando por Bolivia (gran, gran película) atravesando la tristeza que puede llegar desde Rusia con su Oso rojo, hasta llegar finalmente a Francia, su última película.
Francia es la historia de una búsqueda.
La búsqueda de un lugar, aquel que la realidad se esfuerza en demostrarnos no existe.
Pero la historia de una búsqueda, es eso. La HISTORIA de una búsqueda. El fin en si mismo, no tiene valor. No tiene importancia por su excito o fracaso. El viaje realizado en esta búsqueda es lo que cuenta. (Seguramente Ulises me insulte por esta anterior frase). Una vez entendido esto seremos el público perfecto para esta película.
¿Y quién otro que un niño puede guiarnos en esa búsqueda?
Así es como Caetano elije a una niña para guiarnos de la mano en este viaje (A quien no haya visto Tidelan de Terry Gilliam… Este es el momento)
Demostrando que los niños pueden darnos una mirada novedosa e ingenua a una realidad en la que estamos inmersos y cegados por ella.

Dice un personaje “El no tener limites se convierte en no tener conciencia del peligro.”

La pelicula es un paseo íntimo, y no por eso pequeño, en la vida cotidiana de una familia disfuncional. Una pareja separada interpretada por una Natalia Oreiro que sorprende y Lautaro Delgado que interpreta muy bien al joven desmotivado del cine postmoderno y su hija Milagros Caetano (hija del director) que se desenvuelve con la necesaria naturalidad dentro del film de por ya naturalista.
La película finalmente es la historia de una niña.
Una niña que esta obligada a vivir entre un universo desolado, el de sus padres separados en malos términos, y un universo infantil, incluso idiotizante, de la escuela privada. Una crítica social, no sólo al modelo educativo. Muestra una disociación entre el discurso y el método. Una total divergencia que ya nos es cotidiana.Y en esa disociación intenta nuestra protagonista conseguir su propio espacio, y si la realidad no se lo da, ella tendrá el valor para crearlo. Una lección para sus padres y para nosotros.
Por momentos sinuosa a causa de excelentes escenas, tal es el caso de la cena familiar a la que Oreiro asiste como empleada, esta película intenta hacer reflexionar sobre la posibilidad que tenemos los simples mortales de llegar a ser felices. ´
Y si esa felicidad no esta mas cerca de lo que algunos creemos, si esa felicidad no es una obra social, una pizza y poder estacionar donde queramos.
Espero algún día nos encontraremos en Francia.
FIN

Por ADRIAN CAETANO

El origen de la película es que hace unos años le regalé una cámara de vídeo a mi hija. Y con ella filmó unas mil horas. Un día empecé a bajarlo todo a la computadora y vi cómo rodaba un niño. Más o menos le robé la estética de la película a ella. De ahí viene toda esa estética de desorden, diferente, es como un collage, es como un puzzle. Y está basado más en cómo filma un niño, en la mirada de un niño.
Va a contracorriente de todo lo que he venido haciendo. Hay una corriente ahora que va en pro de la violencia y no sé si tengo ganas de ese cine. Yo lo he consumido y me gusta y soy un fanático del cine de terror. Pero esta película va a contracorriente y me parecía precisamente que el riesgo radicaba ahí.

Critica realizada bajo influencia del tema “Un millón de nada” de Cienfuegos.

Director: Israel Adrián Caetano
Productor: Israel Adrián Caetano
Productores Ejecutivos: Gustavo Funes - Juan Pablo Gugliotta
Productores Asociados:
Sergio Suberbie – Hypnosis Films – Karim Kachou
Fotografía: Julián Apezteguía
Dirección de Arte: Pablo Tanno – Angel Suparregui
Editor: H.O. Ester
Música: Iván Wyszogrod

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

Las opiniones expresadas en los artículos y/o entrevistas son exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Revista Siamesa