Postal de vuelo de Rubén Santagada



Por Nico Pose

Un hombre se despierta. Es un menesteroso que duerme en el aeropuerto, o lo que queda de un aeropuerto, que tose continuamente, y que otra vez se acuesta para continuar su reposo. Luego llega otro hombre, elegante, mostrando su fina estampa. Lo despierta al menesteroso y se saludan como si se conocieran hace años; de hecho, se conocen. Luego va a llegar un clásico canalla, que dice que ha tenido que interrumpir la milonga para llegar hasta ahí; y también una hermosa mujer.

En el escenario vemos un lugar donde se acumulan muchas valijas viejas, una cinta transportadora al fondo, y una mesa con sillas en primer plano.

Todos están reunidos como para continuar el ritual que vienen sosteniendo hace años: la partida de póker. Pero el juego no va a ser más que una excusa-para que en ese aeropuerto que no funciona, o sea, no lugar, porque no tiene otra función más que acumular a menesterosos o locos-, ya que mientras se preparan para jugar y luego durante la partida, estos cuatro personajes no harán más que dialogar, como invita el espacio que construye el azar. De esta forma es cómo se van perfilando los caracteres, desde el canalla que es seducido constantemente por la rica mujer, cuya vida está repleta de hastío, hasta el dandy esteta que se la pasa hablando de las características de la pampa, y que como un niño juega a escuchar el sonido del despegue que efectuaban antaño las turbinas de los aviones en un pequeño grabador. Pero a medida que dialogan, surge un gran problema, el único que parece importarles a todos más allá de los otros que tienen en su vida: el menesteroso está delicado de salud, debe hacer un gran esfuerzo para jugar, y por ende, peligra la partida. Nadie está dispuesto a abandonar el ritual que los ha movido hasta allí. Pero cuando ya se ha iniciado la partida, y conocemos los delineamientos de cada personaje, aparece la famosa postal. La postal es parte de una apuesta entre el canalla y el menesteroso. Nunca conoceremos qué significa esa postal que seguramente alguna mujer le mandó al canalla y que él la atesoraba como un diamante eterno, como su recuerdo más preciado. El problema es que el menesteroso, se muere jugando, a menos de la mitad de la partida. El cadáver tenía en sus manos un póker de ases. Ante el asombro de los otros tres, el dandy comenta que ahora empezó a tener la suerte que se le negó en vida. La partida se termina. Por más esfuerzos que hagan para tratar de conseguir a otro, saben que es imposible, el ritual, el encuentro, la excusa de acompañarse ha terminado.

Con grandes actuaciones, que singularizan los rasgos de cada uno de los personajes, Postal de vuelo -Premio casa de las Américas 2005(Cuba)-mediante una partida de póker representa la crisis existencial del hombre. Son ellos, que a través del juego tratarán de olvidar sus penurias y el presente que atraviesan, justamente en un aeropuerto abandonado, donde confluyen los recuerdos de tiempos mejores.




Ficha técnico artística

Texto: Victor Winer
Actuan: Alejandra Brol, Jorge Capussotti, Santiago Ojea, Alejandro Rivarola
Vestuario: Julia Camejo
Escenografía: Julia Camejo
Diseño de luces: Marcio Santagada
Operación de luces: Gabriel Ramis
Asistencia de dirección: Nicolás Baruj Conde
Prensa: Tehagolaprensa
Dirección: Rubén Santagada

TEATRO DE LA FÁBULA
Agüero 444
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 4862 - 6439
Entrada: $ 30,00 - Viernes y Sábado - 21:30 hs - Hasta el 19/06/2010






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