por Mariana Levy
“(De mí)” es una rareza en la escena porteña. Mientras en teatros más céntricos se reproducen las obras llenas de palabras con aparente hondura pero que no tienen nada que decir, en el final de la avenida Córdoba hay unas escaleras, arriba hay un teatro, y en ese teatro los domingos dan una obra simple, sensible y muy poco pretenciosa.
Podría decir que “(De mí)” es una obra sobre las ciudades, podría decir que es una obra sobre la vida en las ciudades, podría decir que es una obra sobre la soledad, sobre la incomunicación, sobre lo que no tiene remedio, sobre lo irremediable, sobre la angustia existencial, pero eso es sólo lo que yo podría decir. Podría contar todas las imágenes que la obra me despertó, las cosas que me hizo pensar, los viajes a los que me invitó durante la hora que estuve en el teatro y después en la semana, pero eso ya sería hablar de mí. Todas esas imágenes están y no están en la obra, podría decir que la obra las permite, las alienta, porque si hay algo que “(De mi)” sí es, es una obra generosa. Generosa con el espectador y con el teatro.
Seis actores. Seis personajes. Seis cuerpos habitando un espacio escénico. Podría intentar reponer la vida de cada uno de ellos y sin embargo ninguno dijo más de dos frases a lo largo de la obra. Y lo que dijeron realmente no tiene importancia. Personajes que se cruzan, se amontonan, se chocan, se buscan, se persiguen, se traicionan en un asiento de subte, se roban, se alían momentaneamente en contra de otro. Viajan en ascensor, esperan en un semáforo, vuelven a sus casas. Y están solos. Asistimos a sus pequeños rituales. Momentos privados que son a la vez tiernos y patéticos, iluminadores y misteriosos, pero nunca crípticos. “(De mí)” consigue eso que tantas otras obras ni siquiera se proponen , ser un espectáculo sin palabras pero con texto, con música pero sin baile, con momentos coreografiados pero espontáneos. Podría decir que es un espectáculo de danza teatro, pero mucho más narrativo que la mayoría del teatro de texto moderno.
“(De mí)” consigue contarnos historias. Historias diferentes para cada espectador. Historias abstractas y a la vez muy concretas, historias que también incluían la vez que yo estaba acá, sentada frente a la computadora, sola con mi casa y mi gata, comiendo sopa de noodles comprada en farmacity, escuchando jazz y escribiendo esta reseña.
Ficha técnico artística Idea: Juan Coulasso, Daniela Cuculiansky Dramaturgia: Juan Coulasso, Daniela Cuculiansky Intérpretes: Sergio Calvo, Eugenio Davide, Gabriela Fiorentini, Laura Lebedinsky, Zaida Rico,Laura Tugentman Diseño de vestuario: Betanha Almendra Diseño de luces: Mariano Arrigoni Realización escenográfica: Augusto Latorraca, Diego Manso Realización de vestuario: Betanha Almendra Video: Akira Patiño Música original: Matías Coulasso, Lucas Kohan Fotografía: Akira Patiño Diseño gráfico: Sergio Calvo Asistencia de iluminación: Guillermo Dramisino Asistencia de dirección: Alejandra Cabrera Producción ejecutiva: Gabriel Bitterman Coreografía: Juan Coulasso, Daniela Cuculiansky Dirección: Juan Coulasso Dirección general: Daniela Cuculiansky |
CASTORERA, BAR Y DIQUE CULTURAL Córdoba 6237 (mapa) Capital Federal - Buenos Aires - Argentina Teléfonos: 4555-4199 Web: http://www.castorera.com Entrada: $ 20,00 y $ 15,00 - Domingo - 20:00 hs - Hasta el 30/08/2009 |