Pobre de ellos, de Rosario Zubeldía.



Porque en el tango como en la vida, es el varón el que marca el firulete… ¡Pobre de ellos!


Por Perez Artas Ariana.




La pregunta sobre qué es “ser un hombre”, es grande. Ahora bien, qué quiere decir “ser bien macho”, se nos vuelve una pregunta enorme.
Para un grupo publicitario que promociona una importante línea de autos, “hacerse hombre” incluye –tome nota-: nacer, masturbarse, debutar (pagando, por supuesto), llorar con los amigos ante una película romántica, ir al proctólogo y, como sacadito de un manual de psicoanálisis para principiantes, comprarse un auto (¡puaj!) Terrible, ésta, construcción mediática de la masculinidad.
Sobre estos temas, y de una manera más inteligente y humorística, versa “Pobre de ellos”, obra escrita y dirigida por Rosario Zubeldía.
Tito, Beto y José, tres hombres maduros oriundos de Pompeya, deciden que es momento de terminar con el chamuyo y la farsa y recibir, en buena hora, el certificado de “Varón Argentino Profesional”. Esto, respiro, no requiere la compra de un auto. Por suerte, la autora entiende que por el arte va el asunto. El macho argentino tiene que saber bailar el tango, para no quedarse en babia y que nadie le quite la mina a la hora de la danza.
Pero esta búsqueda de la masculinidad, este deseo por que alguien te lo reconozca y te diga “ahora sí, tome su certificado; usted ya tiene huevos y se la banca”, puede ser peligrosa.
Los miedos de estos hombres brotan en el momento menos esperado, y casi con la música arrabalera como excusa -o como buen disparador-, la madre, la ingrata y las primeras canas afloran, como si el tango lo estuviesen escribiendo entre ellos.
Lo perturbador es que estos hombres se desnudan con las luces encendidas, tienen el descaro de ni siquiera respaldarse con un escenario. A la altura del público los actores se mueven, discuten, se asustan y ríen entre los espectadores, llegando a la turbulenta instancia de hablarnos mirándonos a los ojos, interpelándonos, movilizándonos y haciéndonos reír –que nunca está demás y siempre se agradece-.
Paradójica al extremo, esta obra que intenta develar el interior del no tan duro macho argentino, es narrada por una mujer. Y así recordamos que toda representación es un acto violento en términos simbólicos. Representar al otro significa resumirlo, nombrarlo; hacer una síntesis de lo representado, buscando, a fin de cuentas, una respuesta sobre el que es distinto a uno.
"Pobre de ellos" habla de las imposturas, las mentiras, las poses. Pero también de la ternura, el amor, la complicidad y la amistad.
Su autora no les da respiro a estos encantadores personajes que se preocupan por la calvicie, el físico, la soledad y la impotencia. Los increpa, finalmente, al plantarles frente a ellos una profesora de tango detrás del umbral que los convertirá en machos con aguante. ¿Se animarán Tito, Beto y José a permitir que una mujer les de el certificado oficial de “Varón Argentino Profesional”? Para averiguarlo, vaya al Boedo XXI, que se va a reír con ganas.

Cuándo: Viernes y sábados 23 hs.
Dónde: Espacio teatral Boedo XXI. Boedo 853.
Cuánto: 30 $. Si sos estudiante o jubilado, 20$.

Ficha Técnico artística




Escribe y dirige: Rosario Zubeldía.
Actúan: Roberto Bobe, Rubén Surace y Julio Viera.
Escenografía y ambientación: Mariela Solari .
Asistente de Escenografía: Rodolfo Leal.
Vestuario: Victoria Chacón.
Diseño de Luces: José Luis Misevich.
Fotografía y gráfica: Soledad Gonzalez.
Producción: MKM.
Arteproducción/Operadores: Pablo Cravero y Jorge Vigetti.
Asist. de dirección: Osvaldo Cuello

Dirección:

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