Nocturna, Circo Vaivén.

Entre el tango y el circo; el amor, sólo volando.

Por Perez Artaso Ariana.

“¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?”
Es cierto, nada pareciera importar ante estos ágiles, livianos, sutiles Nocturnos; fuertes arrabaleros que suben y bajan, saltan y caminan por la cuerda floja sin titubeo, sin ¡que miedo!, y con el ¡yo puedo! en cada dedo.

“¡María Luisa era una verdadera pluma!”
María Luisa es una de ellos. Con mortaja es llevada ante nuestros ojos para que la veamos renacer y volar, ya en otro lugar, dentro de otro plano distinto al nuestro; los terrestres no podemos hacer lo que ella hace. Los terrestres ante ella no podemos –nunca podríamos- hacer tantas cosas.

Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres”
Pero de jueves a domingos, María Luisa llega, caminando -para no despertar sospechas-, a la terraza del Centro Cultural Recoleta, donde otros como ella esperan para iniciar su danza de cuerpos alados que, acompañados de tango electrónico, le dan magia a eso que se resume como un espectáculo de acrobacia aérea y baile –aunque sabemos que es algo más que eso- al que llamaron Nocturna.


" ¡Con que impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte”
Cuatro noches por semana, María Luisa hace volar a quien quiera verla. Desde su trapecio, hamaca en la luna, la miramos mecerse en imposibles, bellísimas contorsiones que denuncian la desgracia de nuestro pesado cuerpo de oficinistas, demasiado terreno, muy humano.

”Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo”
Y es que, por suerte, los nocturnos son generosos; nos ayudan, nos dan sus manos y haciendo equilibrio nos elevan un poquito de nuestros atornillados asientos y nos dejan sentir por un rato lo que se siente cuando se flota. Y nos dejan ver el mundo desde arriba mientras nos balanceamos apretando el cuerpo, para que nada se nos caiga.


"¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!"
Un sólo vuelo de pródigas alas, varios saltos y mucha belleza. Nocturna es un espectáculo que sorprende, y eso ya es una sorpresa. Nos planta ante seres que, intuimos, no son como nosotros, y sólo la dadivosa hermosura de sus figuras nos salva de no morirnos de envidia por no poder ser como ellos.


“Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?”
Si Benedetti exagera, es comprensible. Nocturna enamora con sus trapecios – donde los tríos están permitidos-, sus aros, su ramka en dúo, sus vuelos, sus equilibristas y levitantes acróbatas que se dejan mirar en la noche capitalina, mientras se seducen lento y suave, entre telas o sobre básculas. Mientras bailan tango como ninguno, y hacen – nos hacen- el amor desde el aire.

”Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando”.

Y es entendible.


Dónde: Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.
Cuándo: de jueves a domingos, 20 hs.
Cuánto: desde 20 $.

Ficha técnica.

Dirige el vuelo: Gustavo “Mono” Silva.
Ellos vuelan: Compañía de Circo Vaivén.
Alejandro Aquino, Carola Aramburu, Josefina Castro Pereyra, Cynthia Fattori, Sebastián Gutiérrez, Rodrigo López, Juan Maiocco Picasso, Ileana Pastorino, Manuel Quesada, Jimena SalzmanMané y StancatoErnesto Ferry.
Entrenamiento:Lucía Mazer. Diseño de Vestuario: Mariana Seropian. Coreografía: Gustavo. Coreografía: Lucía Mazer. Coreografía: Gabriela Gobbi. Asesoramiento: Julio. Diseño de Sonido: Quality. Diseño de Iluminación: Gerardo Hochman. Diseño Gráfico: Sofía Guardone. Producción General: Cristián Furlong.

Dirección:

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