Bondi

Los hombres como valijas
Por Perez Artaso Ariana
"Un colectivo con destino a la Boca se desvía. Nadie puede subir. Nadie puede bajar. Sólo les queda viajar mientras la Pampa se trepa en las ventanillas"

Con las “Guías T” bajo el brazo andamos seguros. Rogamos por que lleguen y rogamos por llegar. Hacemos colas, introducimos monedas, aspiramos bocanadas de mal olor, a veces –y con suerte- de buen olor. Nos apretujamos adelante, visualizamos asientos, advertimos movimientos y respiramos con cierto alivio el tímido viento que alguna benevolente ventanilla permite pasar; cotidianeidades éstas entre la ciudad, los colectivos y uno.
¿Pero, qué pasaría si un día nuestro recorrido fuera arbitrariamente alterado, si bajar o retroceder estuviese, de pronto, fuera de toda posibilidad? Algunas respuestas nos propone Bondi, espectáculo humorístico realizado por el grupo de alumnos del taller montaje 2008, dictado por Deby Wachtel en el Camarín de las Musas.
El encierro, el encuentro con uno mismo y con los otros son algunas de las problemáticas desarrolladas con alegría y casi acrobacia por siete pasajeros de la línea 86 rumbo a La Boca, quienes descubren, perplejos, que su impasible chofer ha decidido -sordo a los insistentes timbrazos y súplicas de los viajantes- cambiar el recorrido y sellar las puertas para que nadie pueda subir o bajar del colectivo. Nada les queda entonces más que viajar y dejarse llevar mientras la provincia de la Pampa se trepa en las ventanillas.
Colectivo de desconocidos sin nombre, vareados y estereotipados, este bondi a la deriva lleva en su interior desde a una obsesiva por el orden y la limpieza hasta a un ensimismado hombrecito de voz afinada y movimientos espásticos que se pregunta confundido y perdido ante la víbora interminable de camino pampeano: “¿Soy, o me hago? ¿Me hago el que soy, o soy el que me hago?”, en un intento por volver y reencontrarse consigo mismo.
Los personajes bailan, cantan, se pelean y enamoran dentro de este vehiculo coreográfico que se ordena, se desarma, y se vuelve a acomodar sin clausurar la libertad de lo posible (menos la de detenerse, claro, y mucho menos la de bajarse)
Inspirado en poemas de Katherine Mansfield y Giorgio Manganelli, el grupo dirigido por Wachtel, compuesto por jóvenes actores que rondan los 20 años, nos invita a subirnos a su obra. Con monólogos escritos por ellos mismos, nos muestran durante el trayecto que los hombres pueden ser como valijas; llenos de cosas –buenas y malas- que emergen a la superficie en el momento menos esperado.
Bondi divierte, alegra y atrapa más allá de la angustia del encierro y la falta de autonomía que implica el no poder decir basta, detenerse y seguir con el rumbo establecido, amparados por la seguridad de lo planeado. Y es que este colorido grupo nos está dando, tal vez, la clave ante ello: el humor, que pareciera ser ese algo que, en definitiva, siempre nos salva a lo largo del camino por más incierto que nos resulte.

Dónde: En el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960
Cuándo: Los domingos a las 18 hs.

Ficha técnica artística

Dirección: Deby Wachtel.
Actores: Marisol Barberis, Albertina Bedia, Nahuel Beglia Sarquis, Camilo Cuello Vitale, Evangelina Fay, Matías Lopez Barrios, Alvaro Madrazo, Ximena Seijas.
Asistente de dirección: Paz Del Percio.
Dramaturgia: Matías Lopez Barrios.
Asistente coreográfico: Julieta Casa.
Escenografía: Miguel Nigro.
Vesturario: María Compagno, Josefina Torino.
Diseño de luces: Milagros Chain.
Diseño e ilustración: Luis Clemente.

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

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