DE COLOR

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En busca del Wenders perdido

Un recorrido por la filmografía de Wim Wenders

Por Nicolás Pose

Hace mucho que nadie habla de Wim Wenders, uno de los grandes realizadores alemanes de la misma generación que Werner Herzog y Rainer Werner Fassbinder. Influido por el cine norteamericano, se ha destacado por desarrollar una narrativa itinerante donde el tema del viaje iniciático y el gusto por los travellings, son su marca registrada.
Para ello, ha utilizado a menudo la estructura narrativa de la road movie que da fluidez al relato, pero a la vez, presenta cierta flexibilidad que no oprime las imágenes. Este vagabundeo que instala al viaje como único espacio de relación entre los personajes, está expuesto claramente en más de una película:
La angustia del arquero ante el penal (1971), basada en un libro de Peter Handke, sigue los inútiles recorridos del protagonista luego de asesinar a una cajera de cine con la que ha pasado la noche; Alicia en las ciudades (1973), comienza a elaborar el tema de los desencuentros familiares que repetirá en París-Texas (1984).
Tampoco está exento de esta marca En el transcurso del tiempo (1976), donde se relata cómo dos hombres se encuentran en una ruta -luego de que uno de ellos ha tenido un percance con su Volkswagen- y de su viaje juntos en un camión. La película -una de las mejores de la filmografía de Wenders- desafía al tema mítico de “dos hombres juntos” tan típico de determinado cine norteamericano, y cuestiona los supuestos del cine hollywoodense sobre la autosuficiencia masculina mostrando a dos hombres sin mujeres e incapaces de reconciliarse consigo mismos. Con el tema, la amistad masculina es llevado a sus últimas consecuencias en El amigo Americano -basada en una novela de Patricia Highsmith-, en el que un inocente enmarcador de cuadros de Hamburgo se ve arrastrado en una historia de asesinatos a través de su amistad con Ripley, un enigmático norteamericano.
Podemos pensar que el vagabundeo está relacionado con la vida de Wenders, con su manera de realizar films, porque para Wim filmar implica abandonar el espacio familiar para sumergirse en nuevos caos urbanos: Wenders se ha encargado de difundir el cine oriental, como en Tokio-Ga (1985), film donde homenajea a Yasujiro Ozu, uno de los maestros del cine japonés.
Él mismo ha dicho sobre el asunto: “Mis historias se originan en ciudades, paisajes y carreteras. Un mapa es como un guión para mí", oponiéndose a Herzog, el cual siempre se ha caracterizado por escapar de las ciudades contemporáneas, trasladándose a paisajes exóticos, tierras remotas o imposibles, para contactarse con la pureza del mundo natural. Si Herzog es un explorador, Wenders es un extranjero. Herzog ha creado una galería de antihéroes trágicos, singulares, marginados o excepcionales. Wenders, por el contrario, siempre ha confiado en la amistad.
Es imposible mirar las películas de Wenders sin admirar en todas la fotografía, sobresaliendo el blanco y negro, en donde los objetos muchas veces parecen cobrar vida, o simplemente no parecen objetos. Ya lo había mencionado el mismo Wenders en un poema-“To shoot pictures...”-donde expone sus ideas sobre lo que es fotografiar, comparando al fotógrafo con un cazador furtivo: “todo aparece siempre y solamente una vez,/ y de esa una vez, la foto hace después un siempre./ Sólo a través/ de la fotografía el tiempo se vuelve visible,/ y en el tiempo entre/ la primera foto y la segunda/ aparece la historia,/ que sin estas dos fotos hubiera caído en el olvido/ de otro siempre”.
Dentro de su amplia filmografía, También nos ha dejado una joyita como Hammett (1982), despreciada por la crítica y producida por Francis Ford Coppola, que rinde un potente homenaje a los films noires, donde vuelve a hacer exhibición de su espectacular fotografía. Su última gran película ha sido la poética Las Alas del deseo (1987), con la participación de Peter Handke en el guión. También ha realizado otras películas –aunque, en mi opinión, lejos de la calidad del Wenders anterior- como Tan lejos, tan cerca (1993), Historias de Lisboa (1994), Buena Vista Social Club (1998). Su última contribución ha sido Don´t come Knocking (2005) y su aún no estrenado Los Invisibles, producida en España. Tendremos que esperar para ver cuándo se estrena por nuestros pagos.

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