SchultzundBielerundSteger, de Matías Feldman

Hay obras que, por su complejidad, requieren mucha atención del espectador. Pero también están las que van más allá y juegan con esa atención para confundir. En el caso de SchultzundBielerundSteger, hasta el espectador más atento termina un poco confundido. Tal vez porque no sea tan posible encontrar todas las respuestas durante la obra, sino más tarde, a medida que el espectador se aleja del teatro y trata de recordar qué fue lo que pasó.   

Una mujer y un hombre tienen una cita. Música de jazz y luz tenue ambientan un living que bien podría haber sido extraído del escenario de una novela negra. La mujer hace uso de sus más sofisticadas armas de seducción, y el hombre le sigue el juego. El tono absurdo que comienza a asomar en el diálogo termina de asentarse cuando cae del techo una mujer vestida de agente de negro, a la Misión imposible. Y resulta que estamos ante tres peculiares agentes a quienes les fue encargada una misión, si no imposible, al menos confusa. 

Aparece un cuarto personaje: un cadáver en el baño que es necesario ¨limpiar¨. Se abren los misterios, que abarcan desde este supuesto crimen hasta los propios nombres de los personajes (todos alemanes) y la razón misma de su existencia en la obra y en la misión (que al final son casi la misma cosa). La escena del principio vuelve a comenzar. El espectador abre ojos y oídos con la ilusión de recolectar elementos que permitan resolver las preguntas, y comprueba con decepción que a medida que avanza la obra, las preguntas se abren más y más. Nada es igual a como había sido: las variaciones que comienzan a percibirse en la escena nos sumergen en una incertidumbre casi existencial. El relato se descompone en diferentes versiones que van introduciendo desvíos y diálogos inéditos. Tal vez algo nos esté alertando sobre la “veracidad” de la representación.   

La obra de Matías Feldman transcurre en el marco del relato de uno de los personajes (¿Steger?, ¿Bieler?), que narra los hechos en el contexto de un interrogatorio frente a vaya uno a saber quién. La narración se construye en base a recuerdos que no son fieles o que a propósito se tergiversan, inconsciente o torpemente. 

El suspenso se construye en diversos niveles narrativos y mantiene alerta al espectador, que llega a preguntarse si es realmente posible reconstruir algo. La obra se presenta casi como un juego, un acertijo en el que algunos elementos son pistas y otros, trampas y distracciones. 

La obra de este dramaturgo argentino fue representada en diversas puestas, incluidas algunas en España. En esta ocasión, vale la pena ver la puesta de Sebastián Raffa, que resuelve esta pieza con gracia y mucho ritmo. La estructura dramática es muy compleja y hay que prestarle atención para seguirla, pero mientras tanto, el registro entre sofisticado y absurdo que los actores imprimen a sus textos tiene como resultado una atmósfera muy original dentro del teatro independiente. Cada uno de los actores logra un estilo propio y el ensamble entre los tres vuelve muy divertida la experiencia para el que está del lado del público. 

Por: Leticia Berguer.

Viernes - 21:30 hs - Hasta el 07/06/2013 
El Temeno: Av Gaona 1880. Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4583-2782
Web: http://temenosespaciodearte.blogspot.com

Ficha técnico artística
Autoría: Matías Feldman
Actúan: Laura Aramburu, María Laura Castillo, Rodolfo Zaiat
Voz en Off: Martín Najlis
Iluminación: Camilo Cerón
Fotografía: Andrea Salomón
Diseño gráfico: Andrea Salomón
Asistencia de dirección: Gisela Rebichini
Prensa: Laura Castillo
Dirección: Sebastián Raffa

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