La oveja abandonada, de Agustín Rittano

Calor. Un calor entero que se impone en el patio de una casa de pueblo. Allí, dos hermanas, un hermano y su abuelo. Una , fanática religiosa; otra egoísta y ambiciosa; el tercero, apenas un títere de las circunstancias.


Esta obra se presenta como una comedia, pero reflexiona de forma ácida y punzante sobre los valores, las ambiciones y el costo de querer estar adentro de una sociedad que siempre, de algún modo, expulsa. Habla, también, de la familia y los lazos. Sobre lo que queda de ellos cuando las necesidades se hacen presentes.


La oveja abandonada cuenta con grandes actuaciones: precisas, sutiles. También tiene ese don de dejar una marca. No es una obra dulce, tampoco pasatista: se hace carne.


La puesta de luces y sonido colabora a generar el clima de pesadez. La precisión del texto no deja que se escapen bromas sin sentido. Con una estructura clásica, anticipa un final al que nos negamos.


En definitiva: ésta es una obra para los que aman ir al teatro, reír y salir pensando.  Muy recomendada.

Para ahondar más sobre la obra, fuimos a charlar con Agustín Rittano, dramaturgo y director de la obra.



Revista Siamesa: ¿Cómo se conformó el grupo de trabajo?
Agustín Rittano: A Fernanda Bercovich ya la conocía desde la época del conservatorio. Me parece una actriz estupenda . A Rodrigo Martínez Eguizábal no lo conocía pero a una amiga (cuando le mencioné el tipo de actor que estaba imaginando) se le ocurrió su nombre. A Alejandro Alvarez fue simplemente verlo para intuir que iba a ser perfecto para el abuelo. Por último, con Fernanda Perez Bodria apenas me había relacionado, pero con su elegancia, su sugestión y ese decir tan antiguo que tiene, me pareció ideal para la Shirley.    Al tiempo de ponernos a ensayar sumamos a Florencia Blejer para que asisitiera (también se encargó del vestuario). Una vez que el relato  fue apareciendo y consolidándose se sumó Fernando Lancellotti, que es un artista plástico groso. Él se encargó de la escenografía. Natalia Sordi nos aportó su música.. La gran iluminadora, Fernanda Balcells, le dio una mirada propia. Y tarea concluída...

RS: ¿Cómo fue el proceso de puesta de la obra?
AR: Fue un proceso sin mucha complicación. Ensayábamos en mi casa y nos aventurábamos en largas jornadas de improvisaciones. Yo tenía cierta claridad con respecto a qué narrar, a los personajes y al tono de actuación a utilizar. Las situaciones fueron aflorando y finalmente emergió  la obra en el formato de cuatro  capítulos, que representan el punto de vista de cada uno de los personajes, y un epílogo final.

RS: ¿Cómo funcionaron trabajando en conjunto?
AR: Perfectamente.

RS: A nivel personal, elegí una obra, una peli, un libro:
AR: El manjar de los dioses, de Paco Giménez; El ocaso de una vida, de Billy Wilder; Dublinesses, de Joyce.

RS: ¿Podrías explicar qué resume el título de la obra?
AR: Remite a una parábola bíblica q se llama “La oveja perdida”. Me la contaba una monjita cuando era chico, en el catecismo. La relataba de una forma preciosa: "Si un pastor tiene 100 ovejas y pierde una, ¿no deja las 99 en el campo y va a buscar la extraviada hasta encontrarla?" Me pareció una metáfora acertadísima para nuestra obra. Cuando fui a anotarla, el nombre ya existía. Improvisé rápidamente y la oveja perdida fue abandonada. Le aclaro al público infantil que no hay ovejas en esta obra.

RS: ¿Por qué te dedicás al teatro?
AR: En un primer momento pensé que era la mejor opción para escapar de la repetición, llámese rutina. La pifié. Pero me terminó gustando.

RS: ¿En qué momento decidiste empezar a dirigir y por qué?
AR: No lo sé...son esas ideas que aparecen con fuerza y de repente te encontrás completamente inmerso, casi poseído por un diablo loco. Una cosa lleva a la otra y acá estamos.

RS: Contanos sobre algún obstáculo que hayas tenido que vencer.
AR: La pereza y la timidez paralizante.

RS: ¿De quién aprendiste?
AR: Uff, son cientos..mejor me los guardo para no aburrir.

RS: Una lección importante.
AR: Me gusta decir "persevera y triunfarás".

RS: Un objetivo:
AR: Actuar hasta reventar.    

RS: ¿Qué querías ser cuando eras chico?
AR: Cuando era muy chico quería tener una carnicería, con matadero incluído. Hoy día la idea me parece descabelladísima.    

RS: ¿Qué querés ser cuando seas grande?
AR: Klaus Kinski.


Ficha técnico artística
Actuación: Alejandro Alvarez, Fernanda Bercovich, Fernanda Pérez Bodria, Rodrigo Martinez Erguizabal
Asistencia de dirección y vestuario: Ana Florencia Blejer
Luces: Fernanda Balcells  
Escenografía y gráfica: Fernando Lancellotti
Música original: Natalia Sordi
Video y fotos: Juan Risso
Fotografía: Constanza Niscovolos
Dramaturgia y dirección: Agustín Rittano
EL EXCÉNTRICO DE LA 18°
LERMA 420
Reservas: 4772-6092
     
 

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

Las opiniones expresadas en los artículos y/o entrevistas son exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Revista Siamesa