Entre lo virtual y lo real: la vida 2.0
Por Silvina Ragonessi
Según algunos especialistas, Internet ha sido el fenómeno sociotécnico más importante del siglo pasado. Con su llegada, el mundo asistió a una nueva forma de comunicarse. Y, si bien a inicios del siglo XXI los mayores generadores de contenidos fueron las grandes empresas, hoy los usuarios tomamos ese rol dejando de ser lectores pasivos para pasar a ser lecto-escritores.
Así fue como apareció y se consolidó el concepto de Web 2.0, que describe una segunda generación de servicios online. Uno de sus aspectos más característicos ha sido el auge del blogging. Éste rompió con la pasividad de la página web sencilla e instaló al usuario como productor participativo de contenido inmerso dentro de una comunidad. Para entender desde adentro este fenómeno, Revista Siamesa habló con María Inés Sainz, autora del Blog de la mamá -Revista OHLALÁ!, La Nación digital-, espécimen representativo de la población 2.0.
Con 20 años y tras un paso fallido por la Universidad, Inés se puso linda, tomó un taxi y se le apareció a Andy Kusnetzoff en la puerta de la productora Cuatro Cabezas. Con la frase “Quiero trabajar acá”, ganó un lugar en el programa Maldito Lunes, como meritoria de producción. Durante los siguientes dos años fue productora de historias, creando relatos a posteriori de los hechos en realities como El Bar I y II, Súper M y Camino a la Gloria.
En poco tiempo Inés había aprendido a contar historias mediante imágenes y sonidos y, ya en 2006, un mundo nuevo abrió sus puertas invitándola a entrar: el del Fotolog
Revista Siamesa: ¿Cómo llegás al Fotolog?
MIS: "Leyendo blogs de otras personas pensé que yo podía tener el mío. Fue toda una emoción el día que me decidí a abrirlo. Lo llamé Lolita Marte. Lolita estaba separada, era seductora, provocadora, juguetona, infantil. Había como una cosa de atracción hacia el sexo masculino, porque yo estaba separada. Lo cierto es que no podía creer que iba a empezar a escribir teniendo un interlocutor ahí cerquita, como en caliente: un lector".
Pero pronto Inés pasó al formato blog con algo más parecido a lo que hoy es el Blog de la mamá: Sano Desconcierto.
RS: ¿Fue instantáneo el pasaje de Fotolog a Sano Desconcierto?
MIS: "Mi Fotolog fue muy breve, pero empezó a pasarme algo muy mágico, muy interesante y vital. Había algo que me gustaba mucho de ese lugar. Por un lado sentía que lo que yo escribía le llegaba y le gustaba a otras personas, y a la vez me nutría mucho con lo que éstas escribían; era un juego colectivo.
Es a través de ese mismo espacio que conocí a quien hoy es mi marido. Él empezó a escribir muy literariamente, en ese código tan de Fotolog. Se había creado un lenguaje muy especial".
Tiempo después, Inés queda embaraza de su primera hija, China:
"Entonces empezó otra vez a brotar la necesidad de poner en palabras lo que estaba viviendo, sobre todo la experiencia de la maternidad, que me estaba pegando fuerte. Es tan revolucionario lo que te pasa que de verdad, si te gusta expresarte de cualquier manera, buscás hacerlo.
Ahí surge Sano Desconcierto, en el que sí aparece el punto de vista maternal. Con todas las dudas, con todo el desconcierto sano que puede tener una madre, los miedos, las inseguridades, las preguntas…"
Es precisamente la maternidad la que impulsó a Inés a buscar nuevamente trabajo. Fue cuando se le asomó la pregunta del millón “¿Dónde puedo escribir?”.
"En ese momento había comprado un par de revistas de OHLALÁ!. Me gustaba el contenido de sus notas y era el lugar donde más me veía trabajando. Como también estaba en una búsqueda de índole espiritual y había muchas notas de ese tipo, le mandé el blog Sano Desconcierto a su directora, Felicitas Rossi.
La primera entrevista la tuve con Sole Simond, que es la editora. Cuando le hablo de lo que quería hacer -una suerte de columna desde la mamá-, me contesta que en ese momento no necesitaban eso, pero que pensara algunas notas para Calidad de Vida o para Mucha Mujer. Así que empecé haciendo notas que nunca pensé que iba a escribir, jamás.
A los meses ya había hecho cuatro o cinco de esas notas pero, sorpresivamente, quedo embarazada de mi segunda hija. Con la noticia mi mamá me dijo ´No digas nada en el trabajo´, y yo, por supuesto, hice lo contrario. Gracias a que lo dije me llamaron para hacerme cargo del Blog de la mamá".
RS: Que en ese momento era el blog de la embarazada.
MIS: "Exactamente. El blog empieza en septiembre de 2009. Al principio no tenía mucha idea de lo que significaba escribir en un espacio que está siendo leído por tanta gente y tan rápidamente. Lo que sí tenía muy en claro era el hilo que iba a estructurar el relato: el nacimiento de mi hija. Sabía que ése era el norte, pero también que iba a hablar de lo que se me cantara. No quería aburrirme".
Para los usuarios participantes de un blog diario como el Blog de la mamá, la recepción cambia radicalmente. Se rompe la linealidad textual gracias a las posibilidades que ofrece el formato: se puede discutir cualquier post y reinterpretarlo para construir un nuevo texto. Esta lógica fue captada prontamente por Inés, por lo que fomentó con fuerza la relación con los usuarios diarios de su blog, trascendiendo lo virtual.
"No recuerdo cómo, pero simplemente prestándole atención a lo que me escribían, iba identificando a los usuarios que se habían instalado. Un día les propuse juntarnos. Nunca jamás imaginé que la instancia del encuentro real iba a funcionar de la manera que funcionó".
Sucede que una comunidad real de mujeres –es decir, con encuentros cara a cara- se generó a partir del blog de Inés, creando un colectivo llamado Ohlaleras, autodefinido como un “(…) hermoso grupo de almas sensibles y no tanto, inquietas y no tanto, sabias y ávidas de charlar, conocerse y sentir.”
"Desde un primer momento, el grupo real -por así llamarlo-, funcionó como en paralelo al del blog. Creo que se complementan. El grupo de amigas creado a partir del site funciona autónomamente del blog, pero siento que éste sigue siendo un lugar de reunión".
Vemos cómo el espacio público y el privado se transformaron en esta nueva era. Pasamos a poseer microespacios individuales; movilizamos nuestros espacios privados en el seno de un espacio público remodelado en el que cada uno está en todo momento aquí y en otra parte, solo y unido a otros. Las redes virtuales cambian los modos de ver y leer, de reunirse, hablar y escribir, de amar y de saberse amados a la distancia, o acaso imaginarlo.
¿Quién hubiese imaginado, quince años atrás, un grupo de amigas surgido de un blog colgado en la web de una revista femenina? Éste es una muestra clara del nacimiento de la tecnosocialidad, a partir de la cual surgen sin cesar nuevas sensibilidades. Las usuarias del Blog de la mamá se “encuentran” diariamente en un espacio virtual, pero además crearon un lazo presencial que perdura en el tiempo. Así, una vez más, la distancia entre lo virtual y lo real se desdibuja.
