Norberto apenas tarde de Daniel Hendler.

Ser en construcción.


Por Carmela Marrero Castro





Daniel Hendler es un actor consagrado entre los espectadores rioplatenses. Con esta película se abre un nuevo camino para seguir descubriendo su carrera artística que ahora incursiona en la escritura y dirección cinematográfica.

En Norberto apenas tarde, la presencia del protagonista será predominante, la obra gira en torno a Norberto, personaje en construcción que se irá definiendo en el discurrir del relato y en compañía de los espectadores.

                                                                             


El filme se inicia cuando la vida de Norberto está tomando un rumbo diferente y poco claro, tanto para los personajes que crean su universo cotidiano (pareja y amigos) como para los espectadores, que carecemos de argumentos explícitos para justificar la motivación de sus acciones.

La obra fue filmada en Montevideo. El espacio se instala como marco que contiene y caracteriza las acciones. Los diálogos y la sucesión de hechos acompasan el ritmo pausado de la ciudad.

En diferentes oportunidades, el director definió su obra como una “comedia triste”. Tal vez lo más acertado de esta definición sea la contradicción que habita no sólo al personaje, sino también a los receptores. Durante la película, es inevitable oscilar entre la aceptación y el rechazo hacia las acciones de un protagonista en fuga que no podemos categorizar, tal vez porque la forma de ser sea construyéndose.



Ficha artístico-técnica:

Elenco: Fernando Amaral, Eugenia Guerty, César Troncoso, Roberto Suárez, Silvina Sabater
Guión: Daniel Hendler
Fotografía: Arauco Hernández
Montaje: Andrés Tambornino
Producción: Micaela Solé, Daniel Hendler, Sebastián Aloi

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

Las opiniones expresadas en los artículos y/o entrevistas son exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Revista Siamesa