Por Jimena Repetto
Medianeras, de Gustavo Taretto tiene una mirada, un punto de vista, una poética. Busca en Buenos Aires y encuentra imágenes, propias y reveladoras, versos que se entrelazan. Pero Medianeras, entre fotogramas, también cuenta una historia de amor. Comedia romántica versión siglo XXI, ésta es una historia de desencuentros en una era donde la tecnología sugiere que no hay nada más fácil que "contactarse".
Mariana y Martín viven enfrentados. Solos y con ansias. Ansias de salir, de empezar de nuevo, de poder hablar y decir quiénes son y qué les pasa.
Mariana y Martín viven distanciados por esos muros que no dejan ver, que dividen propiedades, secretos y refugios. Esta comedia ácida, lúdica y lúcida descubre con elegancia la ciudad y sus habitantes, en especial aquellos no tan adultos como la sociedad les dice que deberían ser, pero atravesados por la necesidad de vincularse con un sentimiento que exceda los mediocres encuentros de una noche o las pretenciones de amor eterno. Un amor original, como la ecléctica Buenos Aires que recorren.
Javier Drolas, Pilar López de Ayala, Inés Efron, Carla Peterson, Rafael Ferro, Adrián Navarro. Y también por ahí, Romina Paula, Jorge Lanata y Alan Pauls. Todos ellos componen una sinfonía urbana de caminantes que buscan una ruta en el trazado cuadriculado.
Medianeras es una película sobre los que se atreven a derribar los muros -reales, virtuales- para dejar que entre la luz y poder construir, de nuevo, un espacio compartido. Medianeras es una película de amor, de fobias y de la preciosa Buenos Aires.
Tal vez por eso dan tantas ganas de encontrarla en una cartelera y entrar en un arrebato. Porque sería un hallazgo único, como identificar con el dedo dónde está Wally cuando se pierde en algún lado.
