Two-Lane Blacktop, de Monte Hellman


En el carril

Por Guido E. Maltz
Creo que las mejores películas son las ‘road movies’.
La ruta es muy enigmática… la ruta es vida.

– Monte Hellman.

Cuando el mundo es una carretera de dos carriles, no hay principio ni final… ni límites de velocidad. Como el camino que desliza bajo el auto, el tiempo resopla furioso por fuera de la ventanilla. Adentro de la bestia, el Conductor y el Mecánico son dos viajeros errantes que surcan los ríos de asfalto interminables de las rutas estadounidenses. En su misterioso y poético derivar a través de la célebre Ruta 66, ellos correrán la carrera de sus vidas.
 
Two-Lane Blacktop (1971; dirigida por Monte Hellman) cuenta la historia de dos corredores callejeros –interpretados por James Taylor y Dennis Wilson–, quienes viven en la ruta en su Chevrolet 150 modelo ’55 preparado para correr. Derivan de pueblo en pueblo buscando rivales para correr picadas. El fruto de éstas es su único ingreso. En uno de esos pequeños pueblos se les une en su viaje la Chica (Laurie Byrd), luego de lo cual encuentran a GTO (Warren Oates), otro corredor errante. Ellos lo desafían a correr una carrera a través de todo el país, de costa a costa hasta Washington D.C. El premio es el auto del perdedor. Así, la película sigue al grupo mientras avanzan hacia el Este y cruzan pueblos chicos de California, Arizona, Nuevo México, Oklahoma, Arkansas y Tennessee.


A lo largo de la película, los personajes nunca son identificados por su nombre de pila. En lugar de eso se los llama “El Conductor”, “El Mecánico”, “GTO” (nombrado así por manejar un Pontiac GTO de 1970), y “La Chica”.

Si bien se trata de una road movie, Two-Lane Blacktop también encaja perfecto si hablamos de ella como una especie de western: dos viajeros que vienen de la nada y no van hacia ningún lado –el Conductor y el Mecánico– van de pueblo en pueblo desafiando a los lugareños hasta que encuentran un rival digno de ellos: GTO. Al mismo tiempo, uno de los viajeros empieza a involucrarse sentimentalmente con la Chica; dentro del universo western, ella es siempre símbolo de echar raíces y de maduración. De esta forma, el film se nos hace algo inclasificable; así son las películas clásicas: rompen las reglas de los géneros, los mezclan, o simplemente se escapan de ellos haciendo chirriar las llantas.

Pero debemos prevenir a quienes se acomoden en la butaca para ver Two-Lane Blacktop. No se trata de una versión antigua de Rápido y furioso. Si bien ambas comparten la fuerte presencia automovilística, la película de Hellman está en otro nivel totalmente diferente. Ello lo podemos ver desde el comienzo mismo, cuando el film empieza como una cierta narrativa que luego crece y muta en algo mucho más abstracto, y aún así cautivante.

Con sus diálogos minimalistas y un relato claro a través de la imagen, Two-Lane Blacktop pareciera hablar más de la vida interna que de la externa. Es ahí donde el film se convierte en un clásico: en el preciso momento donde se vuelve único, donde no busca anclarse en ningún otro lugar fuera de ella. Sí, esta no es una película sobre otras películas. Sin embargo, el film fue comparado muchas veces con otras road movies similares, sobre todo por su subyacente mensaje existencialista, una característica que era común entre los films de la época (Vanishing Point, Easy Rider y Electra Glide in Blue).

Two-Lane Blacktop es notable como “cápsula del tiempo”, en tanto presenta fielmente tanto a la cultura de los Muscle Cars como a la mítica Ruta 66 durante la era previa a la construcción de la famosa Interstate Highway. De ahí que también sea popular entre los fanáticos “pisteros”.

A casi cuarenta años de su estreno, hace ya varias décadas que el film es considerado una película de culto. Two-Lane Blacktop es apreciada en todo el mundo y suele ser citada por cinéfilos (Quentin Tarantino y Jean-Luc Godard, entre otros) como uno de los mejores coletazos del pop-art en los 70s, uno de los períodos más excitantes en el cine de Estados Unidos.

Ficha Técnico-artística

Título original: Two-Lane Blacktop (Carretera de dos carriles).
Director: Monte Hellman.
Productor: Michael Laughlin.
Guión: Rudolph Wurlitzer y Will Corry.
Protagonistas: James Taylor (el Conductor), Warren Oates (GTO), Laurie Bird (la Chica) y Dennis Wilson (el Mecánico).
Música: Billy James.
Fotografía: Jack Deerson.
Edición: Monte Hellman.
Distribución: Universal Pictures.
Fecha de lanzamiento: 7 de Julio de 1971.
Duración: 102 minutos.
País: Estados Unidos.
Idioma: Inglés.
Presupuesto: US$ 850 000.


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