La costurerita y el mal paso
Por Jimena Repetto
Evita o Libertad. Pequeña gran decisión que debe afrontar una costurera de barrio. Así de simple y así de maravillosa es la dupla entre el texto de Santiago Loza y la puesta de Diego Lerman.
Nada del amor me produce envidia es una de esas obras que vale la pena ver. No sólo por la admirable interpretación de María Merlino. No sólo por la destreza y seguridad con la que se encara este monólogo melodramático con aires de cine argentino de oro. Sino porque en la conjunción de los elementos que se presentan, la obra nos atraviesa. Y lo hace en nuestra historia cultural, ésa que une costureritas de buenos y malos pasos, cine argentino con cantores de la radio, las opresivas buenas costumbres y, desde ya, las populares Evita y Libertad Lamarque.
Volviendo, este unipersonal presenta a una costurera que trae su pequeño mundo en un discurso de una retórica empapada de un modo cine argentino. El mismo en el Eva hizo sus apariciones y Libertad se estableció como la gran estrella, no sólo a nivel nacional, sino en gran parte de América Latina. La anécdota que recupera la obra trae el mítico sopapo que, dicen las malas lenguas, Libertad le propició a Evita.
En este contexto, la delicada costurera que interpreta Merlino cuenta su vida, sus ambiciones, su soledad. El hilo de su discurso se interrumpe con momentos musicales en los que Merlino despliega su maravillosa voz.
Idas y vueltas y esta admiradora de Libertad Lamarque, imitadora de sus gestos y formas, se sorprende cuando llega Libertad a encargarle un vestido. Por si esto fuera poco, al tiempo, Evita interrumpe en su casa y le pide nada menos que el mismísimo vestido de Libertad. Más allá del hallazgo que este conflicto supone, se debe destacar que toda la obra tiene un tramado profundo que permite que el espectador sea seducido y palpe, en las palabras de la costurera, sus propios vínculos sentimentales con la cultura argentina. Por si fuera poco, el programa de mano de la obra recupera el formato de los abanicos que supieron regalar tintorerías, panaderías y demás negocios de barrio para atraer a sus clientes. Desde ya, un gesto más que original.
Para resumir, Nada del amor me produce envidia es una obra que vale la pena. Cada uno de sus elementos funciona en armonía. En especial para los amantes del cine argentino de los 30'-40'.
Hay que apurarse y reservar entradas porque quedan dos funciones más.
Ficha Técnico- artística:
Actuación: María Merlino
Dirección: Diego Lerman
Autor: Santiago Loza
Producción: María Sureda
Director musical: Sandra Baylac
Vestuario: Guido Lapadula
Escenografía: Silvana Lacarra
Iluminación: Fernanda Balcells
Colaboración diseño musical: Jape Ntaca
Diseño Gráfico: Florencia Bauza
Leit motiv y canción final: Sandra Baylac
Teatro: La Carpintería Teatro, Jean Jaures 858
Entrada: general $35- con desc. $25
Funciones: Viernes 21 hrs – desde 18/06/2010 hasta el 19/11/2010
Más información: http://
