Compañia de Funciones Patrióticas

por Mariana Levy

“La Compañía de Funciones Patrióticas tiene aspiraciones de convertirse en un elenco estable de teatro, en un país por demás inestable, que realiza presentaciones únicamente en fechas patrias. Su repertorio, integrado por obras que hablen de la Patria Argentina, tiene un sentido revisionista o restaurador, dependiendo del estado de ánimo ideológico de sus actores. El año pasado la Compañía estrenó su versión de EL GIGANTE AMAPOLAS, de Juan Bautista Alberdi, en el teatro Del Borde, y no le fue nada mal”

 Conservando el espíritu -y un poco riéndose también- de los actos escolares aparecen estas funciones patrióticas. En principio porque la función es el día mismo que se conmemora el acontecimiento histórico y además, como en los actos escolares, reciben al público con pastelitos de membrillo y/o batata.

Hay algo doblemente fundacional  de los actos escolares. En principio es dónde se gestan nuestros mitos más precarios sobre la Historia, pero además, para los que nos dedicamos al teatro, es dónde suelen nacer nuestras primeras puestas. “¿Vos eras de los que siempre hacía de San Martín en el colegio?” solemos escuchar cuando decimos que somos actores. Y muchas veces la respuesta es afirmativa. Algo de ese mes previo de aprenderse el discurso que había que decir, de cortar papel crepé para hacer el “disfraz”, de aprender por dónde había que entrar y por dónde había que salir y cuando hablar o cuando callarse, todo eso para un único momento frente a toda la escuela, que ni bien empezaba ya estaba terminando y de lo cuál no quedaba ningún registro más que alguna que otra foto fuera de foco. Y eso es un poco el teatro, ¿no?

 

Y de eso van las funciones patrióticas, aunque no se sepa si la Patria es  el teatro. Por eso no hay función de viernes a domingo. Por eso los pastelitos. Por eso es un acontecimiento, un evento. Y es además una locura: cinco actores, un director y dos asistentes que se juntan durante meses y ensayan y se ponen su disfraz para representar una vez (o dos en este caso) delante de 40 personas. Una locura patriótica.

 

“En 1878, José Ramos Mejía publicó LA NEUROSIS DE LOS HOMBRES CÉLEBRES EN LA HISTORIA ARGENTINA, completísimo tratado sobre las neuropatías que padecieron próceres argentinos como Juan Manuel de Rosas, Guillermo Brown o Bernardo de Monteagudo, entre otros.” A partir del particular libro –del cuál el feliz espectador patriótico se llevará extractos en un completo sidirum al final de la función- La Compañía de Funciones Patrióticas presenta una delirante ficción –llena de anacronismos y situaciones hilarantes- sobre un posible encuentro entre los personajes estudiados en el libro y su autor.

 

No quiero adelantar mucho del divertidísimo argumento, pero la premisa es que un desquiciado Doctor Ramos Mejía tiene internados en un neuropsiquiátrico muy particular a Monteagudo, Rosas y Brown. Estos intentarán escaparse con la ayuda de Juana una fan subyugada por la hipersexualidad de Monteagudo.

 

La dramaturgia -de Martín Seijo- está plagada de un humor sutil pero desopilante a la vez, como un ejemplo trasncribo la presentación que se hace en off sobre el Dr Ramos Mejía: : “Allí lo tienen: el doctor Ramos Mejía. ¡Un auténtico prócer argentino! ¿Homenajes recibidos? Todos los que un mortal pueda imaginar. Su nombre está inscripto de manera indeleble en calles, avenidas, ciudades, pueblos, hospitales, plazas, plazoletas, placitas, monumentos, monolitos, estatuas, estatuillas, verdulerías, carnicerías, albergues transitorios.”  Otros momentos geniales de la obra son el diccionario de botánica erótica de Monteagudo, los delirios persecutorios de Brown y TODAS las teorías de Rosas de quién se dice que de niño “solía quitarle la piel a un guau guau y lo dejaba morir lentamente”. Es simplemente imperdible la argumentación de Rosas sobre por qué cree que lo que para Ramos son enfermedades para él son virtudes.

 

Las excelentes actuaciones de Natalia Olabe, Paolo Baseggio, Ernesto Fontes, Leandro Ibarra y Guillermo Valdez añaden –si esto fuera posible- aún más delirio y risas a la obra. El broche de oro es el himno/jingle a Monteagudo a cargo de Olabe que deja al espectador cual niño cuando escucha el himno a Sarmiento: es imposible no seguir tarareándolo durante toda la semana.

 

La compañia de funciones patrióticas se presenta mañana 10 de noviembre en honor al día de la tradición a las 20 hs en Escalada (Remedios de Escalada de San Martín 332). Reservas a funcionespatrioticas@gmail.com

 

 

Actúan: Paolo Baseggio, Ernesto Fontes, Leandro Ibarra, Natalia Olabe y Guillermo Valdéz

Alta Voz: Claudia Mac Auliffe

Luces: Fernanda Balcells

Asistentes: Paula Banfi y Daniel Miranda

Dramaturgia y dirección: Martín Seijo



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