LAS CAROLINAS, de Laura Córdoba

Por Ignacio Santillana





Las Carolinas están tiradas como las revistas que inundan la habitación: llenas de palabras, y por eso mismo se la pasan contándose anécdotas que ya escucharon mil veces de un tiempo en el que, tal vez, fueron felices.
Madre e hija comparten el nombre, pero no sólo eso, comparten también una forma de existir en un mundo en decadencia, comparten sus soledades y compiten; sí, mamá compite con hija, mamá no soporta ver que su hija se puede ir en cualquier momento, rompiendo la armonía de las soledades acompañadas. Carolina Mamá tiene celos y por eso intenta sacarle hasta el novio, Esteban: un joven del interior que las enamora a las dos con una sutil mezcla de timidez y simpatía. Pero, ¿las enamora verdaderamente o sólo es la excusa que tienen ambas para salirse de esa realidad agobiante que ellas crean y sufren a la vez? Lo que parecen buscar los tres personajes es estar acompañados, romper el statu quo que los somete a estar, sin poder ser.
Y en el medio está el día a día: los tests de las revistas femeninas, las pésimas condiciones laborales, la casa deteriorada, la contención psicológica por teléfono, las películas de amor, los recuerdos de Carolina Mamá, la canción favorita de Carolina Hija que Esteban se aprende una vez que ella ya no está.
Las Carolinas nos convencen de que las relaciones familiares son, de todas las relaciones humanas posibles, por lejos las más complejas. Un entramado en donde los sentimientos llegan a estar mezclados hasta tal punto, que se hace imposible ver en dónde empezó todo, cuál fue el comienzo de la infelicidad, en qué momento se deja de ser madre e hija para convertirse en dos amigas envidiosas. Este tipo de interrogantes se plantean a lo largo de toda la obra que, además, cuenta con una puesta que excava en las profundidades del texto para extraer su sentido: ¿no son, acaso, las vidas de estos personajes una sucesión de puertas que se abren y se cierran?


Ficha técnica:

Dramaturgia: Laura Córdoba
Versión y dirección: Andrea Chacón Alvarez
Intérpretes: Andrea Vázquez, Maitina De Marco y Miguel Olivera
Asistencia de dirección: Magalí Fugini
Escenografía: Luciana Fornasari
Diseño de vestuario: Gabriela Delmastro
Diseño de luces: Gonzalo Calcagno
Música original: Julieta Rimoldi y Laura Ventemiglia
Asistencia artística y técnica: Equipo Brilla Cordelia!
Producción: Magalí Fugini & Wait for me
Fotografías: Cabeza Fresca
Diseño gráfico: Cristian Martínez

Premio Argentores Ciclo de Teatro Semimontado

ESTE ESPECTACULO CUENTA CON EL APOYO DE PROTEATRO Y DEL INSTITUTO NACIONAL DEL TEATRO

Puerta Roja. Domingos 21:30.Lavalle 3636. Reservas: 4867-4689
Entradas: $ 25 y $ 18 (descuentos a estudiantes y jubilados)
Prensa: Carolina Alfonso – 4802-4607 – 155-662-6006

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