POTESTAD de Eduardo Pavlovsky

Por Marilyn Dietz




Esta es la historia de un padre que sufre por la pérdida de su hija. Una obra de Eduardo Pavlovsky ambientada por Alejandro Genes de manera impecable y con una actuación brillante de Carlos Miceli.
La pieza en clave de monólogo, sumerge al espectador en un ambiente de angustia y desesperación desde las primeras frases en donde el protagonista comienza a relatar detalladamente una tarde de sábado en la que ocurre el trágico echo. Recorre el camino de su relación de pareja, la autonomía de los vínculos y el desenlace fatal con la ausencia de su hija Adriana. La atención no se dispersa ni por un segundo y la intensidad de las emociones está en su máxima expresión durante toda la obra. Es que Carlos Miceli entrega alma y corazón para interpretar a este impotente y agónico padre que pierde a su hija. “Papá te quiero” cuanta que le dicen los ojos de su hija en esas últimas miradas que se cruzan.
Una silla, un hombre sentado en ella, un teléfono y sutilezas de sonido y luces hacen de este trabajo un compromiso con la memoria, una obra que nos recuerda la oscura etapa de los gobiernos militares en nuestra sociedad.
“Potestad” una de las obras representativas del under porteño en una excelente adaptación de Alejandro Genes. Muy recomendable para ver.

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