-Teatro-
Humor político de mucho vuelo para un país con políticos de poca altura
Por Nicolás Pose
Antes de ir a ver la obra del grupo Los Rissotos, sólo sabía que se trataba de un espectáculo de humor político. Había imaginado que la realidad política estaría filtrada por el humor para que llegara hasta mí algo así como un monólogo, o escuchar ciertos chistes relacionados con la materia. Imaginé una especie de Stand Up, no mucho más. Cuando terminó la obra, descubrí mi poca imaginación con respecto al humor político.
Lo que sorprende de Los Rissotos es la habilidad que tienen para mezclar el humor político con su talento de clowns. La obra nunca se detiene. Porque ya desde el inicio, las voces entremezcladas de los políticos que dicen y se contradicen, a veces ellos mismos; otras veces, por la excelente compaginación de audio que nos demuestra que la política en la Argentina puede ser calificada de todo menos de seria, y que por lo tanto, el humor es una de las mejores formas de representarla para hacernos huir del llanto y sumirnos en la carcajada.
Como ya dije, la obra no para un segundo, dura una hora y cuarto aproximadamente, donde se van ligando diferentes sketches con un ritmo abrumador. Sketches que van desde las internas partidarias en el radicalismo y el peronismo, pasando por una mujer enferma que es la Argentina atendida e interrogada por el presidente funcionando como médico, hasta la sátira mordaz de los programas más vistos de la televisión argentina. La realidad está tan cerca, que uno la puede sentir en todo momento, pero sin cansarse de reír nunca. Y uno se termina preguntando cómo se puede reír de un tipo que aparece gritando desesperadamente “!Justicia!!! ¿Dónde estás?”, anonadado, esperando encontrar a esa mujer huidiza que dice buscar desde hace cincuenta años. Pero no, uno no llora, increíblemente se ríe. Y eso es lo más inexplicable, y al mismo tiempo, lo que hay que destacar, porque si bien la ironía y la crítica nunca desaparecen en los diferentes sketches elaborados por Los Rissotos, la risa siempre se antepone pese a todo. Es decir, uno primero se ríe, y luego se pregunta: ¿cómo puedo reírme sabiendo que esto es así todos los días, y que además nuestra realidad es tan triste? No importa, uno siempre se ríe y luego piensa. Eso es lo asombroso. Y esto tiene mucho que ver con las mímicas de los tres integrantes del grupo, una mímica que muchas veces parece acercarse a la de las películas cómicas mudas.