Una guía al mundo teatral
Por: Vivian García Hermosi
Una compañía de actores. Un manager. Sus historias de amor inconclusas o ficticias. Una pareja que huye a Brasil para probar suerte. Una actriz que tiene una revelación en medio de la selva misionera. Los lugares paradisíacos de las guías turísticas están expuestos a través de las expectativas que hay en la mirada de los protagonistas.
¿No viajamos para tener grandes revelaciones? ¿Para cambiar nuestras vidas y conocer nueva gente? ¿Para concretar los proyectos? ¿Cumplir los sueños que pensamos más inalcanzables?¿No viajamos para enamorarnos o para olvidar? Ir al teatro también es viajar.
Teatro para pájaros es una guía. Es guía críptica. Tiene en claro que está escrita para gente de teatro, gente que mira teatro, gente que escribe teatro y gente que fantasea con el teatro.
Cuatro actores están reunidos en un departamento de Brasil. Reciben la visita de un manager amigo y su mujer, una actriz sin talento. Allí se mostrará el pequeño mundo del teatro tras bambalinas, sus puestas en escenas, sus cambios de máscaras, sus pequeños grandes egos, sus comentarios lapidarios o condescendientes. ¿Y todo para qué? Una y otra vez surge la pregunta. ¿Acaso hay algo más que el ruido insoportable de la voz de la actriz que cree que se volvió escritora cuando se perdió en la selva misionera pero que en realidad es sólo una lamebotas profesional? ¿Y qué pasa con el amor? ¿Y qué pasa con el arte? Todo el tiempo está en el aire esta pregunta subyacente como si fuera un pájaro perdido. ¿Acaso todo se reduce a los sueños de fama, la ambición de dinero y de protagonismo?
Los cinco minutos finales son sublimes. Es la revelación. Cuando finalmente debajo del ruido se escucha la voz. Los personajes principales se corren a un lado, dejan lugar a los personajes secundarios que hasta el final pasan inadvertidos. Y ellos, ahí, así nomás, despliegan el encanto de la desnudez, de la fragilidad de la belleza. Y entonces te encontrás con lo que siempre estuvo oculto pero a la vista: la verdadera historia de amor… con el teatro.
¿No viajamos para tener grandes revelaciones? ¿Para cambiar nuestras vidas y conocer nueva gente? ¿Para concretar los proyectos? ¿Cumplir los sueños que pensamos más inalcanzables?¿No viajamos para enamorarnos o para olvidar? Ir al teatro también es viajar.
Teatro para pájaros es una guía. Es guía críptica. Tiene en claro que está escrita para gente de teatro, gente que mira teatro, gente que escribe teatro y gente que fantasea con el teatro.
Cuatro actores están reunidos en un departamento de Brasil. Reciben la visita de un manager amigo y su mujer, una actriz sin talento. Allí se mostrará el pequeño mundo del teatro tras bambalinas, sus puestas en escenas, sus cambios de máscaras, sus pequeños grandes egos, sus comentarios lapidarios o condescendientes. ¿Y todo para qué? Una y otra vez surge la pregunta. ¿Acaso hay algo más que el ruido insoportable de la voz de la actriz que cree que se volvió escritora cuando se perdió en la selva misionera pero que en realidad es sólo una lamebotas profesional? ¿Y qué pasa con el amor? ¿Y qué pasa con el arte? Todo el tiempo está en el aire esta pregunta subyacente como si fuera un pájaro perdido. ¿Acaso todo se reduce a los sueños de fama, la ambición de dinero y de protagonismo?
Los cinco minutos finales son sublimes. Es la revelación. Cuando finalmente debajo del ruido se escucha la voz. Los personajes principales se corren a un lado, dejan lugar a los personajes secundarios que hasta el final pasan inadvertidos. Y ellos, ahí, así nomás, despliegan el encanto de la desnudez, de la fragilidad de la belleza. Y entonces te encontrás con lo que siempre estuvo oculto pero a la vista: la verdadera historia de amor… con el teatro.
Autoría y Dirección: Daniel Veronese Intérpretes: Marina Bellati, Lautaro Delgado, Malena Figo, Diego Gentile, Laura López Moyano, Leonardo Saggese Iluminación: Gonzalo Córdova Diseño de escenografía: Daniel Veronese Asistencia de dirección: Tatiana Sandoval Prensa: Carolina Alfonso.