Las Brujas de Salem, de Arthur Miller



Un elenco estelar, un dramaturgo de grandes éxitos, una producción impecable... ¿Qué más le podemos pedir a una obra de la calle Corrientes?

Diwan Fucci Producciones nos traen al Teatro Broadway Las Brujas de Salem, célebre obra del consagrado escritor estadounidense Arthur Miller (autor de La muerte de un viajante, Todos eran mis hijos y Después de la caída, entre otras). El elenco lo conforman Roberto Carnaghi, Carlos Belloso, Julia Calvo, Alejandro Fiore, Rita Cortese, Juan Gil Navarro y Lali Espósito.

La historia y la progresión dramática son atrapantes. Para quienes ya hayan visto (o leído) otras obras de Miller, no se sorprenderán de encontrar personajes profundos, dinámicos y con conflictos muy bien marcados. Sin dudas, Las Brujas de Salem funciona perfectamente para todos aquellos interesados en estudiar más a fondo la dramaturgia y el guión; es casi un seminario intensivo.

Con respecto a la producción en general, la puesta en escena resulta deslumbrante. Quizás los mayores impactos se producen al comienzo de la obra, con la creación de un clima que oscila entre lo mágico, lo enigmático, lo oscuro y lo seductor, generado por medio de efectos sonoros, juegos lumínicos y una hipnótica coreografía nigromante.

Si nos referimos a las actuaciones, el nivel general es excelente y muy parejo. Tal vez podamos objetar dos o tres rigideces de algunos intérpretes, así como también el hecho de una mínima disparidad con respecto al tono utilizado (algunos se expresan en español "argentino porteño", mientras que otros parecieran volcarse más a un estilo "neutro"). Sin embargo, estos no son más que detalles que pasan prácticamente desapercibidos y no obstaculizan ni nublan el fluir del relato. La obra es mucho más que un mero desfilar de celebridades televisivas, cinematográficas y/o teatrales. Por su fluidez sobre las tablas y su vasta experiencia, debemos destacar a Roberto Carnaghi, Rita Cortese, Julia Calvo y a Carlos Belloso, cuyos desempeños bien valen el precio de la entrada.

Ahora bien, más allá de lo anterior, si tomamos una postura mucho más rigurosa --y el grado de profesionalidad de la presentación lo amerita--, creemos que hay un par de cuestiones a discutir. Las Brujas de Salem es una obra comercial con grandes nombres del espectáculo, un legendario dramaturgo y una producción de primer nivel. Sin embargo, un tema no menor es la historia verídica que recrea la obra y las condiciones originales de escritura por parte del autor.

En cuanto a los juicios de Salem, ellos fueron una serie de audiencias locales seguidas por procesos judiciales realizados por las autoridades con el objetivo de procesar y castigar delitos de brujería en los condados de Essex, Suffolk, y Middlesex (Massachusetts). Estos hechos tuvieron lugar entre febrero de 1692 y mayo de 1693.

Por el otro lado, podemos decir también que los sucesos relacionados a los juicios de Salem fueron utilizados a lo largo de los años de forma retórica tanto en la política y la literatura popular, en tanto advertencia real sobre los peligros del extremismo religioso, acusaciones falsas, fallos en el proceso y la intromisión gubernamental en las libertades individuales. En el caso particular del trabajo de Miller, la utilización de estos juicios es una forma de aludir alegóricamente a la famosa caza de brujas que tuvo lugar durante el macarthismo. En éste episodio de la historia de Estados Unidos, el Senador Joseph McCarthy desencadenó un extendido proceso (entre 1950 y 1956) de delaciones, denuncias y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Los sectores que se opusieron a los métodos (por demás irregulares e indiscriminados) de McCarthy denunciaron el proceso como una "caza de brujas".

De esta forma, creemos que los espectadores de Las Brujas de Salem deberían ser conscientes de una doble lejanía (en relación con una interpretación en la Buenos Aires de 2012). Por una parte, la historia de por sí es antigua (sucedida en a fines del siglo XVII) y su temática es bastante extranjera (hay una referencia a la idiosincracia puritana de las primeras generaciones de estadounidenses muy presente durante toda la obra). Por otra parte, el carácter político de la alegoría sobre el macarthismo nos lleva a los Estados Unidos a principios/mediados de la década del '50. Resumimos: un acontecimiento de carácter fuertemente local en los Estados Unidos durante el siglo XVII inspira una obra de teatro escrita (también en el país del norte pero) durante los '50s,... y representada en la Argentina de principios del siglo XXI. Sí, definitivamente no podemos negar la vigencia y la universalidad de temas más profundos, como el honor, el amor y la injusticia, pero tal vez si situamos a esta obra en su contexto de estreno, entonces podremos ver que probablemente haya perdido parte de su alma, ese algo que la hizo nacer y que le dio la fuerza, el significado profundo de crítica política, social y cultural.

Otro punto que puede llegar a ser desmotivante es la prolongada duración de la obra. Hablamos de casi tres horas de una tensión creciente y de personajes que con el devenir de los hechos construyen sus máscaras ante los demás... o son devorados por sus pares. Tal vez la extensión haya sido normal hace seis décadas, pero es algo que puede jugar en contra de un espectador más acostumbrado a los ritmos dramáticos contemporáneos. En este respecto, la responsabilidad recae más que nada en el autor original, el (indiscutiblemente) talentoso Arthur Miller.

Las Brujas de Salem se ofrece en el Teatro Broadway (Av. Corrientes 1155) de miércoles a viernes a las 21, sábados a las 21 y 23.30 y domingos a las 20 hs. Las localidades en venta tienen como función despedida el domingo 5 de agosto de 2012. Los precios van desde $150 hasta $240.


Texto: Guido E. Maltz.


Ficha técnica:
Título original: The Crucible (literalmente, El crisol).
Título en español: Las brujas de Salem.
Autor: Arthur Miller.
Elenco: Roberto Carnaghi, Carlos Belloso, Rita Cortese, Alejandro Fiore, Julia Calvo, Oscar Alegre, Carlos Kaspar, Roberto Catarineu, Juan Gil Navarro y Lali Espósito, entre otros.
Dirección: Marcelo Cosentino.
Producción: Diwan Fucci Producciones S.R.L.


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