FESTIVAL DEL AMOR


Por Alicia Martin
Es la sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación el ámbito dónde se realiza durante los cuatro sábados del mes de febrero un homenaje al amor como celebración del Día de San Valentín. Por detrás de las marquesinas, tres  mujeres volcando sus experiencias, sus deseos, sus anhelos y sus formas diferentes de vivir las experiencias del amor.
Es la calle el primer destello de un encuentro fugaz, de una mirada rápida, de un chispazo que puede o no encender la llama de un romance.  Dos jóvenes buscando lo mismo, soñando lo mismo, con los miedos a flor de piel y la constancia impulsada por el simple deseo de amar.
Cuando la búsqueda es constante, imperiosa e insensata todo lo racional pasa a un segundo plano. No hay momento para el encuentro, los tiempos se desfasan, las reglas no se cumplen y los deseos pasan a ser prioritarios.



Una sucesión de roces, diálogos interrumpidos, miradas soslayadas, encontronazos casi  inoportunos nos llevan a pensar en los tiempos de cada uno para percibir al otro como un posible compañero del juego amoroso.
Hay reminiscencias del cine en un día lluvioso con una figura anhelante que se estremece con sus propios suspiros bajo un paraguas que ni siquiera la cubre de sus propios sueños. Sueños que nos llevan de aquí para allá sin poder hacer cuerpo en la pasión.
¿Es el Destino el artífice de nuestra felicidad colocando delante de nosotros una serie de distracciones que nos impiden ver más allá de las apariencias? ¿O es nuestra propia indecisión que nos lleva a postergar el hecho de tomar la que puede o no ser la correcta elección?
Un tema relevante como la búsqueda del otro merece, tal vez,  una mejor marcación en escena, un trabajo actoral de más intensidad para dar a los personajes una  mayor profundidad y verosimilitud. No es suficiente para transmitir la importancia de los deseos, anhelos, frustraciones y desencantos el ímpetu de la juventud.
La obra se presenta fracturada, como en pedazos que no poseen un hilo conductor que nos encamine a un clímax que se viene sugiriendo pero no termina por suceder.  Tiene momentos más logrados y una promesa de algo más consistente que no se cumple.
Se aprovecha bien el espacio  con una  escenografía austera que viene apoyada con la proyección de audiovisual  y un audio de muchos decibeles.  El uso de las luces marca con precisión los cambios de escenas.
Actores:
Damián Valgiusti
Carla Maieli
Tony Chávez

Dramaturgia:
Tatiana D’Agate

Dirección:
Tatiana D’Agate

Dirección:

jimenarepetto@gmail.com

Ariana Pérez Artaso
capullodealeli@gmail.com

Equipo de redacción:
Marilyn Botta
Carmela Marrero
Guido Maltz

Diseño y moderación:
Pablo Hernán Rodríguez Zivic
elsonidoq@gmail.com

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