Amorar, de Eloísa Tarruela


Durante el mes de febrero, la sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación fue el ámbito en el cual tuvo lugar un homenaje al amor como celebración del Día de San Valentín. 

Obras como Amorar, de Eloísa Tarruela;  Insomnio de amor, de Tatiana D’Agate; Quizás..., de Sol Pavez y Nadie plancha como yo, de Ana von Rebeur, invocaron al amor desde diversos puntos de vista y enamoraron al público envueltos en el calor estival.

Revista Siamesa tuvo el agrado de estar allí y con motivo del reestreno de Amorar, te acerca una nueva visión sobre el espectáculo.

Amorar podrá verse a partir del 1º de abril, a las 22hs, en el íntimo teatro Pan & Arte, ubicado en el barrio de Boedo.

Siguiendo el rumbo del amor
Por Alicia Martin


Una primera escena que desde su inicio nos trae el sabor amargo de la despedida. En el centro y sobre una cama tendida, una valija verde que además de haber cruzado el mar, durante varias décadas ató con nudos los bordes sueltos de varias mujeres apasionadas.


Un “racconto” vivido por una pareja de experiencias desiguales que nos lleva por el camino de una relación con final marcado.

Desde el vamos, Julia se presenta como una joven con deseos latentes, una educación que hasta podría modificar su conducta, un corazón que quiere latir a toda máquina y una ansia sexual que clama por ser satisfecha. Con toda su juventud y su candidez, acaba sucumbiendo a las voces de un poeta de versos cansados y repetidos. Un acto de seducción que de tan impetuoso y ardiente marca el camino a ser andado.

Por el otro lado, un profesor que se dice poeta, experimentado y egoísta que convive con mujeres en ciclos repetidos y que no superan los tres años. Cuando una puerta se cierra hay otra que se va abriendo. Tal su estilo que hasta su nombre remonta a las tragedias griegas y guarda, tal vez, muy profundo, el deseo de una Penélope que lo espere por la eternidad.

Desde un inicio apasionado hay todo un proceso de desgaste y conocimiento que va poniendo a prueba la capacidad de cada uno de renunciar a sus inquietudes más personales a fin de poner en marcha un proyecto de familia que, test de embarazo de por medio, no pasa de la imaginación de Julia y la preocupación de Ulises.

Hay una utilización adecuada del escenario, con pocos elementos pero suficientes para marcar con intensidad los procesos de la pareja. La iluminación es importante para determinar los estados anímicos, tanto de Julia como de Ulises, en los varios momentos que piensan en voz alta.

El trabajo de los actores es dedicado e intenso. Sin embargo es Julia la que consigue dotar a su niña-mujer de toda la candidez –mezcla de ingenuidad y seducción – y acaba transmitiendo todo el proceso interno que la llevará a alcanzar una madurez emocional.

Hay un símbolo-fetiche de Julia, una hermosa boina roja, que la rondará por siempre como un corazón que late acompasado mientras ella sigue en su búsqueda del amor.







Actores:
Eloísa Tarruella
Julio Bambill
Producción:
Andrés “Gato” Martínez Cantó
Dramaturgia:
Eloísa Tarruella
Dirección:
Eloísa Tarruella

Desde el 1º de abril podés verla en Pan & Arte, Boedo 876.
Las localidades generales costarán 40$ y 30$ para estudiantes y jubilados.

Más sobre Amorar:
AMORAR de Eloísa Tarruela

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