El cine de Ariel Winograd


Por José Binetti

“No estés mucho tiempo lejos del hogar."
Homero


Ariel Winograd pasó de meritorio de Spike Lee (director, guionista, productor y actor, esto último más o menos de películas como “Do the right thing”, “Malcolm X”, “Clockers”, o “25th hour”), a filmar su primer largo. De ser el perdedor del grupo, a dirigir un dream team de actores argentinos. ¿Cuál fue su camino?
Recibido como director en la universidad del cine (F.U.C.), Winograd obtuvo varios premios con su corto “100% lana”, mientras que “Fanáticos”, un documental que se sumerge en el mundo del fanatismo enfermizo, fue exhibida en distintos festivales del mundo. Además, dirigió videoclips de Massacre (“Nuevo día), Los Tipitos (“Algo”) y Hana (“Mucho mas”)
En julio de 2005, Ariel Winograd aplicó a una beca para trabajar en el rodaje de la película “Inside man”, que Spike Lee iba a dirigir en las calles de New York. Junto a otros argentinos, quedó seleccionado y pudo viajar para ser parte de la filmación.
Con la estrategia bien definida, Winograd empezó a repartir copias del guión de su película “Cara de queso”, la primera de una trilogía que se completará con sus próximos proyectos, “Triple ex” y “Escuela técnica”.
Fue gracias a Frank Mc Kenna -encargado del craft service de “Cara de queso”-, quien quedó sorprendido principalmente con el video de Massacre “Te leo al revés” (http://www.youtube.com/watch?v=ftqdevsmhoa), que Winograd realizó 6.600 fotos -sacadas entre Buenos Aires y New York-, con las que pudo filmar su primer largometraje.

Cara de queso

“Cara de queso” nos cuenta la historia de cuatro chicos judíos de entre 12 y 13 años de edad, que veranean en “El ciervo”, un country (barrio privado) ubicado en la localidad de Ezeiza, que reúne a más de 100 familias de la misma colectividad.
El verano parece transcurrir normalmente, pero las historias que allí suceden nos permitirán indagar sobre la construcción y sostén de las identidades de los chicos, sus familias, así como de su relación con los otros.


Winograd avanza en cuestionar aquellas actitudes y prácticas de la propia comunidad que refuerzan la exclusión. “Durante el holocausto nos ponían en ghettos y nuestros padres, ya de grandes, hicieron lo mismo”, dice uno de los personajes, el abuelo de Ariel, interpretado por Juan Manuel Tenuta.
La película apela a la exageración y no al estereotipo caricaturizado, como es el caso de otros films centrados en los tópicos judaicos.
“Cara de queso” es una de esas pocas películas dentro del cine nacional (argentino, podríamos decir) que no busca desarrollar una metáfora de la vida, que no plantea una búsqueda espiritual y profunda del ser nacional. Que no cuenta, finalmente, sin contar, por no decir simplemente que es una de las pocas películas no pretenciosas del “nuevo cine argentino”.
Y es que tal vez Winograd sólo busca contar una historia, su historia, y lo hace con un “dream team de actores”, entre los que figuran Mercedes Morán, Federico Luppi, Susú Pecoraro, Carlos Kaspar, Daniel Hendler, María Vaner, Sergio Denis (estrella invitada), Nahuel Pérez Biscayart (desde ya muy claro, un gran actor) y Julieta Zylberberg, entre otros.
Su cine es una postal de la época menemista, gran hecho argentino, donde los valores invertidos y perversos se superponen a la vida diaria. Con su historia cuenta la historia de una clase social/religiosa -pinta tu aldea y pintarás el mundo-.
Es una mirada única a la sociedad de una época, una mirada extremadamente personal, un punto de vista único con nombre y apellido.
En la película se desarrolla un conflicto ínfimo, el abuso de un niño a otro, con una crudeza por momentos inaguantable, lo que es utilizado como una excusa para desenvolver conflictos más profundos. La religión como mandato familiar, donde el universo de los adultos y el de los niños (bastante adolescentes ya) interactúan de una forma enferma, deforme y natural.
Para finalizar me quedo con una imagen:
El menú del DVD (el que estuvo a mi alcance como para ver la película) estaba escrito en letras muy pequeñas “crecer apesta”. Tal vez sea cierto.




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