La suerte de Emma

Por José Antonio Ruiz



“... amor es lo que se pierde, no lo que se encuentra”




El filósofo rumano, E. Ciorán decía; “gastamos tanta energía en salvarnos como en perdernos”.Los héroes recorren su camino rutinariamente, sin motivaciones aparentes, hasta la revelación, que los obliga a emprender el viaje. Viaje que los trasciende en sus metas, experiencias y deseos.

La anodina vida de una criadora de cerdos, Emma ( Jördis Triebel ) cambia radicalmente cuando Max ( Jürgen Vogel ), se accidenta saliendo de la ruta quedando inconsciente dentro de los límites de su granja. Este es el disparador de la historia.
Esta película nos lleva a un doble viaje por un solo boleto. Y es que en los viajes siempre se descubren nuevas cosas, pero sobre todo nos descubrimos a nosotros mismos; Esto le sucederá a Max y a Emma.
Emma es desordenada, descuidada, el caos es su orden. Posee una pequeña moto destartalada que de alguna manera sublima la presencia de un hombre. No posee complejos aparentes, pero sí un espejo escondido. Tiene al único preten -diente del lugar detrás de ella, al que mantiene a raya con una escopeta de dos caños, y al único ganso macho del pueblo. Pero por sobre todas las cosas, ama la vida.
En cambio Max, es su antitesis, ordenado hasta la obsesión, pulcro, aseado, tímido y vegetariano. Su trabajo actúa como único vínculo social. Ha vivido su vida de manera correcta. A Max, el médico le informa que tiene cáncer de páncreas, que le queda poco tiempo de vida, meses o quizás semanas. Su trabajo, que es su nexo con el mundo, es roto para no caer en el abismo, yendo en pos de un destino, que plantea interrogantes; ¿qué hicimos de nuestras vidas? O como Martín H ¿Quién soy yo y qué quiero hacer con mi vida? Y estas preguntas traen desesperación.
Emma vive de sus animales, especialmente de sus cerdos, que ha sido el negocio familiar, hoy en baja. Esta situación la coloca en una situación precaria económicamente, dejándola al borde del desalojo. La peculiaridad que la destaca es la forma de sacrificar a sus cerdos. No lo hace violentamente, como es usual, no los arrea, ellos van solos, como un juego; Entregados mansamente a la ternura de Emma. Así comienza la primera escena.
El viaje que inicia Max de huída, se convierte en una acción libre, un reencuentro consigo mismo, viendo al mundo desde una perspectiva distinta, descubriendo que la felicidad tal vez no está tan lejos.

Es a partir de este momento, que dos personas solitarias establecen un curioso juego amoroso, un pacto sin palabras. Dos seres que no tienen a nadie, tampoco nada que perder y, que el azar quiere que se conozcan en éste momento y no otro. Cada uno con su gris vida, encuentra en esta penumbra amor.
Se respetan porque se aceptan tal como son, y es este respeto lo que les da la oportunidad de sostener la relación, que también les permite comprender y perdonar. Este es el pilar de su relación de amor que los deja vivir plenamente hasta el final.
Se puede decir que La Suerte de Emma, es una película de “feos”, y con esto hablo de gente común, aquella que normalmente permanece en las sombras. En este sentido, la
elección de los actores es acertada., Jürgen Vogel ( Max ), no es el típico galán de cine, tampoco su personaje es atractivo, pero logra hacerlo querible. Jördis Triebel ( Emma ), tosca, grandota, es de una ternura tan grande como ella.
El relato que Taddicken nos propone es equilibrado aguantando el peso de la obra, aunque por momentos las metáforas poéticas pueden ser excesivas. Deja que la acción se desarrolle ante los ojos del espectador. La banda sonora, casi minimalista, cumple su cometido, acompaña el relato casi pidiendo permiso.
“...amor es lo que se pierde, no lo que se encuentra”, es la última estrofa de la canción con la que culmina la película, permitiendo que el tiempo transcurra diáfano.




País : Alemania / 2006
Género : Comedia dramática
Dirección : Sven Taddicken
Producción : Ralph Schwingel, Stefan Schubert, Hejo Emons
Guión : Claudia Schreiber y Ruth Toma
Fotografia : Daniela Knapp
Montaje : Andreas Wodraschke
Dirección de arte : Peter Menne
Música : Christoph Blazer, Steffen Kahles
Intérpretes : Jördis Triebel, Jürgen Vogel, Hinnerk Schönemann, Nina Petri,, Martin Feifel, Karin Neuhäuser, Arved Bimbaum

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